Gabriel Iezzi: “El uso de una pistola Taser hubiera salvado dos vidas”

El crimen de Juan Roldán (34), que pertenecía al Cuerpo Policía Montada y era padre de un nene de 4 años, conmocionó al país. Se trata del agente que murió tras recibir una puñalada en el barrio de Palermo, a metros del museo Malba, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El agresor, llamado Rodrigo Facundo Roza (51), murió durante la última madrugada.

Sobre el hecho, el periodista y abogado Gabriel Iezzi remarcó que “es un caso que conmovió primero porque se vio, hay que destacar que fue en una zona de la ciudad de Buenos Aires que tiene cámaras públicas con imágenes muy nítidas, y cuando la ciudadanía puede observar estos hechos por supuesto que tiene otra mirada sobre lo que pasó”.

“Es un suceso que desgraciadamente refleja el inexorable uso que la fuerza tiene que tener de la pistola Taser, es un debate que no puede prolongarse en el tiempo porque mientras tanto suceden estas cosas”, indicó el especialista en diálogo con Germán Sasso, por LA BRÚJULA 24.

Además, en ese mismo sentido señaló que “hoy habría dos personas con vida, porque los agentes lo hubiesen reducido, los hubiesen llevado al hospital y el policía hoy estaría con su familia”.

“Hay algo que hay que discutir también y es la ley de salud mental, una ley de hace unos años, la cual ha generado que muchas personas con sus facultades mentales alteradas estén conviviendo con nosotros. Este caso lo demuestra, es un señor –el agresor– que vivía a unas 14 cuadras del lugar del hecho, que los vecinos ya decían que era conocido por su estado de alteración, tenía alguna obsesión con la policía porque ninguna otra persona en su estado natural va y con un cuchillo amenaza a un guardia en un centro policial”, indicó.

Y consultado respecto de la fatal secuencia, Iezzi comentó: “Él salió de su casa como siempre, los vecinos dicen que parecía un hombre en situación de calle, iba con una mochila roja. Fue por Salguero derecho hasta que se encuentra con el cuerpo de la Policía Montada. Ahí sacó el cuchillo y amenazó a uno de los guardias, y por supuesto que llamó la atención de todos”.

“A partir de ahí se originó un llamado al 911 porque es jurisdicción de la Federal, pero dos agentes de la montada salieron en busca de esta persona porque era un riesgo para la sociedad. Caminaron dos cuadras y lo vieron, vociferando, gritando”, contó.

Y recordó: “Nacho Viale estaba sentado en una mesa a pocos metros, y lo vio cruzando y gritando solo. Cuando estaba parado al lado de una mesa y ve venir a los policías de la Federal, apoyó en el piso la mochila roja y sacó esta cuchilla. Ahí empieza el diálogo, una mujer de la policía lo apunta, pero en el lugar había 50 personas y no iba a disparar porque sí. Yo creo que ahí los dos policías fueron confiados para intentar mediar y este hombre se puso a charlar con el de la izquierda hasta que en determinado momento arremetió contra el de la derecha. No le dio tiempo a nada”.