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Semana de Copa para River y Boca: Gallardo y Martínez se enfrentan a sus urgencias

El flamante DT del Millonario trabaja a contrarreloj mientras que de la vereda de enfrente el entrenador del Xeneize se juega mucho frente al Cruzeiro.

A Marcelo Gallardo, que según sus propias palabras se subió a “un tren en marcha”, le falta tiempo para darle otra impronta a un River que “estaba acostumbrado a jugar de otra manera”. La misma locomotora que eyectó a Martín Demichelis, sumando jugadores a contrarreloj, deberá evolucionar para competir en la Copa Libertadores. ¿Qué debe tocar el DT Millonario? Veamos…

La rueda de prensa de su vuelta, mostró al Gallardo orador atacando al déficit que notaron todos. Le habló al hincha y al jugador de contagio, espíritu, una manera de hacer. Lo cierto es que esa carencia anímica del River de dos caras es el eje de todo. El DT, líder carismático, reclamó que no claudicara el entusiasmo después del empate contra Huracán. Entonces, ¿qué futbolistas deben asumir ese rol y multiplicar?

Para contagiar desde adentro hacia afuera se necesitan dos cuestiones elementales: funcionamiento colectivo y futbolistas con jerarquía. Hoy River tiene más nombres que esquema. Aún con Germán Pezzella, Fabricio Bustos y Maxi Meza es difícil saber cómo formarán los de Núñez el próximo miércoles en Córdoba. Lo que se percibe con más facilidad es que el Enzo Pérez de ayer hoy no está. Y es ahí adonde apunta el Muñeco.

Podés liderar desde la ascendencia, como lo hacía Enzo Pérez, o desde la supremacía técnica. Los pibes de River pueden ser la llave, el contagio del que habla Gallardo. Claudio Echeverri, Franco Mastantuono, contenidos por un funcionamiento, pueden ser la solución. La experiencia la pueden aportar otros. La irreverencia puede ser la revolución.

Ante Talleres, un rival que logró imponerse ante River en este tiempo, Gallardo deberá ser quirúrgico. Un paso en falso es sinónimo de eliminación. Y en esta parte de su historia en el club, el mano a mano pesa como un campeonato: el tiempo es hoy.

Diego Martínez tiene que barajar y dar de nuevo

Paradójicamente, Diego Martínez despilfarró tiempo. Había ensamblado las piezas y Boca por fin tenía su sello, pero por tanta prueba y error ese funcionamiento desapareció. Los atenuantes, como las lesiones o la salida de Equi Fernández, incluso haberle prestado el mediocampo completo a la Selección olímpica, ya no alcanzan como argumento: el tiempo para los ensayos se terminó.

Luce temerario atar la suerte de Martínez a los duelos frente al Cruzeiro por Copa Sudamericana. Pero, al fin y al cabo, el “cómo” durante esos dos partidos ayudará a Boca a transitar la tormenta o a hundirse dentro de ella. El entrenador xeneize tiene que tener la cabeza bien fría y jugar con los que cree que deben estar. Que no haya reto y ni elogio público que lo condicione a la hora de armar.

El plantel de Boca no es menos que otros. Y son los otros los que imponen condiciones cada vez que se enfrentan a Boca. Comenzar en desventaja, cambios de esquema en pleno partido, futbolistas que ocupan puestos a contramano de su naturaleza. La posición en la tabla es la síntesis. Y no alcanza.

Semana trascendental para River y para Boca. Para Gallardo, equivale a la plataforma de lanzamiento de su segundo ciclo. Para Martínez, un barajar y dar de nuevo con un plantel más completo. Todo en una semana. El tiempo es hoy.

Fuente: LB24 / TN.

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