“Toda la cocaína que se consume en la Argentina está adulterada”, explicó una toxicóloga bahiense

Roxana Bertrand, toxicóloga del Hospital Municipal, dialogó esta mañana en diálogo con el equipo periodístico del programa “Bahía Hoy”, que se emite por La Brújula 24.

La profesional analizó el resonante caso de droga adulterada que causó, al menos por ahora, 20 víctimas fatales en Buenos Aires y casi un centenar de personas internadas. Dijo que “que en pocas horas muera tanta gente joven siempre es una tragedia. Pasó lo mismo con las drogas sintéticas allá en su momento, son noticias que a uno movilizan como persona”. Y deslizó que toda la cocaína que se consume en el país está´ adulterada.

“Tampoco se sabe cuál es la manipulación que tuvo, porque no tiene la trazabilidad de un medicamento y eso perjudica este tipo de situaciones. Siempre están adulteradas, y tiene que ver con el precio de quienes la distribuyen. Habitualmente, cuando llega al usuario se ve que no tiene pureza por determinadas reacciones que se ven en el cuerpo, pero nunca tanto como ahora”, ponderó la especialista.

Además, comentó que “aún no tenemos la certeza, sí podemos confirmar que sería un opiáceo por el tipo de cuadro clínico y por los que han podido revertir el cuadro con naloxona para sacarlos de la ventilación, esa sería una prueba terapéutica”.

De igual modo, consideró que “el Fentanillo –una de las hipótesis– es un anestésico. Son los dos depresores del sistema nervioso, se usan para lo mismo. Y es el gran problema que estamos empezando a tener, el mal uso de este tipo de sustancias”.

“Vemos efectos adversos en los consumidores de cocaína que no tienen que ver con la droga sino con lo que la cortan. Esto es así, realmente la sustancia se estira, no es algo nuevo. Lo que ha pasado acá lo sabremos con tiempo, con el correr de la investigación”, refirió Bertrand.

A modo de análisis, además, señaló que “hay gente que empieza a consumir de grande, hoy en día no hay una línea real en ese sentido. Hay múltiples causas que lo provocan porque vivimos en una sociedad de consumo. Hay muchas cosas que tienen que ver con la forma de ser del individuo y no hay una edad establecida. Pensar que solamente lo hacen los jóvenes sería erróneo”.