La historia detrás de “El ejército de Alejito”

Alejo Trani murió el 22 de junio del 2016 tras luchar por tres años contra la leucemia.

Tenía apenas 8 años cuando tuvo que partir y su mamá, que se llama Gabriela Peirano y hoy habló con el equipo del programa “Una buena razón”, por LA BRÚJULA 24, desde aquel momento lleva adelante una tarea invaluable al frente de “El Ejército de Alejito”, una fundación que intenta mostrarle a otros lo simple que puede ser salvar una vida a través de la donación de médula.

“Mi hijo estuvo tres años en tratamiento esperando un donante de médula ósea que le salvara la vida, pero desafortunadamente nunca llegó. Fueron años duros transitando un cáncer infantil, esperando poder transformar un tratamiento en momentos de risa”, consideró la mujer.

Y agregó: “Fue impresionante toda la enseñanza que lleva esta causa. Lamentablemente el donante no apareció´, pero él en los últimos minutos me dijo dos palabras que fueron fuertísimas, ‘ayudá y da’. Mientras le cantaba una canción para que estuviera tranquilo hasta que cerró sus ojos y viajó al arcoíris”.

Y luego de esa inolvidable y dura experiencia, por ponerle un nombre, generó cambios. “A los tres meses fundamos esta fundación para difundir lo fácil que es registrarse como donante de médula, porque la gente no lo conoce todavía y es muy fácil. Entender que nos puede pasar a todos, Alejito era un chico sano y de un día para el otro le pasó esto”.

“La historia de Alejito repercutió en todo el mundo, llegó hasta Alemania. Son un par de horas de tu tiempo que pueden salvarle la vida a una persona, y la verdad que no cuesta nada”, apuntó.

Cabe destacar que para ser donante se requiere estar sano, tener entre 18 y 40 años y pesar más de 50 kilos. Sólo es necesario dirigirse al Centro de Donantes más cercano y donar una unidad de sangre. Estos lugares funcionan en Servicios de Hemoterapia en hospitales de todo el país.

En Bahía, por ejemplo, funciona la ONG Ayuda Le, una organización que se dedica a mejorar la calidad de vida de los enfermos, especialmente los niños. Entre una gran cantidad de otras tareas, lo que hacen es brindar información sobre opciones para un tratamiento, apoyo emocional, económico y didáctico. Y todo, sin pedir nada a cambio.