WhatsApp de Publicidad
Seguinos

se dijo en la brújula 24

Vivió un calvario y ahora lucha para que nadie en Bahía pase por lo mismo

Por una enfermedad, Alicia se sometió a un costoso tratamiento. Pero el aparato que necesitaba no está en la ciudad y tuvo que viajar varias veces. “Yo lo pude hacer, pero hay personas que no tienen esa posibilidad”, dijo.

Alicia Espinio es fiel oyente –y lectora– de LA BRÚJULA 24. Y hoy, armada de coraje, quiso contar su historia para ayudar a aquellos que puedan estar en la misma situación por la que ella pasó.

Según relató la mujer en el programa “Bahía Hoy”, su odisea comenzó hace ya tres años, cuando por casualidad notó algo “raro” en su cuero cabelludo mientras se peinaba. “Una cascarita que no se curaba”, describió.

“Fui al médico, me hicieron todos los análisis posibles y me diagnosticaron Lupus. Me atendieron un año y medio por eso, aunque no era porque no se curaba. Empezó a abrirse la piel y tenía toda mi cabeza en carne viva y no estaba el aparato en Bahía para curarme”, recordó con indignación.

Y agregó: “Tengo 15 biopsias hechas, la última fue en el Hospital Alemán y me dijeron que era cáncer, micosis fungoide, hay muy pocos en Bahía pero hay”.

“Te va comiendo la piel y avanza. Lo tenés dando vueltas, yo empecé en la cabeza y ahora lo tengo en la rodilla y tobillo”

El problema, claramente, pasa por la alta de dicho elemento de radioterapia en la ciudad. Y ahí está su lucha. “Tengo que decir que soy afiliada a UOM, por suerte ellos actuaron rápido y consiguieron todo, autorizaron todo, el tema empezó cuando el aparato no funcionaba. Está en Trenque Lauquen, Mar del Plata y Buenos Aires nada más”.

“Es una enfermedad rara, complicada, supongo que no deben estar los fondos para arreglarlo porque somos muy pocos los que la tenemos, pero acá se juega con vidas. Yo hace tres años estoy peleando con esto”, contó.

Y recordó: “Este aparato es necesario para Bahía y la zona, yo conocí a una señora de Médanos que directamente tenía un agujero en el brazo y no tiene la posibilidad de viajar. Yo tuve la suerte de que me prestaron un departamento en Mar del Plata y me pude alojar ahí, pero viajando sola en plena pandemia, presentando todos los permisos. Pero gracias a Dios salí. Ahora quiero ayudar simplemente para que no le pase a nadie más, que haya un aparato para el resto”.

Lo más leído