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Para el abogado de los militares, hay testigos que desmienten a la denunciante

Julio Alonso defiende a los soldados detenidos tras el grave hecho ocurrido en el V Cuerpo. Considera que las relaciones fueron voluntarias.

La investigación por el grave hecho ocurrido hace diez días en el interior del V Cuerpo del Ejército sigue arrojando aspectos reveladores para la causa que tramita en la Justicia Federal y que tiene por el momento a tres soldados detenidos por orden del Juez de ese fuero, Walter López Da Silva, acusados de los delitos de "abuso sexual agravado" contra una chica de 17 años, en un encuentro íntimo del cual participó también su hermana de 18.

Julio Alonso, abogado de los arrestados, se refirió esta mañana en LA BRÚJULA 24 a la situación de los militares y confirmó que "se han recogido varios testimonios y hoy se realizarán las primeras pericias de los celulares de dos de los sospechados", al tiempo que enfatizó que "próximamente también se efectuarán las pericias psicológicas a la denunciante".

"Los delitos que se imputan son el abuso sexual simple a uno de ellos y a los otros dos el abuso agravado, aunque en el caso del tercero de ellos con acceso carnal", enfatizó Alonso, en su charla con el periodista Germán Sasso.

Y sostuvo que "existen varias contradicciones que se irán resolviendo con el correr de la investigación. Las pericias serán muy importantes para corroborar la veracidad del testimonio de la denunciante. Desde la defensa colocamos tres psicólogos para participar de las mismas".

"El testimonio de la chica de 18 desmiente al de su propia hermana, menor de edad. Entiendo que los encuentros íntimos fueron voluntarios, no hubo abuso sexual. Administrativamente, el Ejército deberá resolver cómo fue el ingreso de las chicas al V Cuerpo", agregó el letrado.

Respecto a la marcha de la causa, Alonso explicó: "Tenemos información de que hoy el sector psiquiátrico le daría el alta a la menor de edad, quien permanece en un hospital. Dos de mis asistidos no declararon, ni lo van a hacer por el momento. Al menos hasta que se produzcan más pruebas". 

"Los detenidos están alojados en una dependencia de la Policía Federal. El resto de los soldados son testigos y varios ya declararon. El testimonio de ellos es a favor de mis defendidos y desmienten el relato de la denunciante", amplió, considerando que en este tipo de delitos, el peso del relato de la presunta víctima es muy fuerte.

Por último, sobre una de las situaciones que genera cierta controversia, explicó que "tengo entendido que se fueron en otro auto porque la persona que las ingresó no tenía disponible su vehículo y debieron salir en otro. Es una situación delicada. Estamos en pleno proceso de investigación y en los próximos días habrá novedades respecto al procesamiento o no de los detenidos. Es de una gravedad institucional mayúscula la falta de control en el V Cuerpo".

La denuncia

Cabe recordar que todo comenzó con dos jóvenes e idéntica cantidad de militares arrestados por violar el Artículo 205 que impone el aislamiento social obligatorio. Sin embargo, cuando se comenzó a ahondar en el contexto de lo acontecido, salieron a la luz los aberrantes episodios.

Las jóvenes son hermanas y declararon ante la Policía y, posteriormente, la Justicia, siendo la denunciante menor de edad, la cual dio detalles de quiénes fueron los tres uniformados que la atacaron sexualmente y debieron ser ubicados para arrestarlos. Según sus dichos, de todos ellos solo conocía solo a uno y a los dos restantes los pudo describir físicamente, cuestión vital para poder lograr el arresto.

La menor relató que entraron al cuartel escondidas, en un auto junto con dos militares de apellido Irala y Macías y lograron sortear la guardia que funciona en el V Cuerpo.

Según consta en la causa, a la que pudo acceder la redacción de este diario digital, una de las chicas (la mayor de edad) tenía un vínculo sentimental con uno de los detenidos, de apellido Grandioli y que se desempeña como enfermero en la Fuerza, acusado de la violación de la menor.

Las chicas entraron a las 2 y salieron a las 6 del domingo 29. La menor contó que estaba en una habitación teniendo relaciones sexuales con Macías hasta que irrumpió otro soldado (Jonathan Alexis Romero Díaz) quien la sometió. Luego, apareció en la escena otro de los detenidos y denunciados: Carlos Alberto Inés quien, según sus dichos, intentó abusarla.

En paralelo, la defensa de los soldados alega que las chicas ingresaron voluntariamente a una fiesta. De los tres detenidos, uno solo declaró y negó haberla abusado, admitiendo que la relación fue consentida.

A su tuno, la hermana de la menor afirma que no vio lo ocurrido, que estaba en una habitación del Comando V Cuerpo con su novio. Sí recuerda que su hermana le pedía irse del lugar y que nadie le permitía retirarse. Hasta llamó al 911 para pedir auxilio.

Para evitar el tumulto en el interior del Ejército, volvieron a salir en otro vehículo con los soldados Macías y Payllalef, este último fue arrestado por violar la cuarentena, aunque no fue señalado como parte de la violación denunciada.

Por último, surge del expediente que uno de los testigos contó que un par de días antes había existido algún encuentro ente los involucrados fuera del V Cuerpo.

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