Tras iniciar ganando por 2-0, Paris Saint Germain perdió por 3-2 ante Aston Villa en Inglaterra, pero enfrentará al Barcelona en las semifinales de la Champions League gracias a la victoria por 3-1 en el juego de ida, disputado en Parque de los Príncipes la semana pasada.

En la previa del duelo ante los parisinos, el español Unai Emery, entrenador de los Villanos, explicó que la derrota fuera de casa cambiaba “algunas cosas, pero no muchas”. Sin embargo, la necesidad de recuperarse de dos tantos de diferencia condiciono a su equipo, que arriesgó demasiado desde el primer minuto.

Los anfitriones, con el empuje de sus hinchas y su línea defensiva adelantada, dominaron los primeros minutos del juego. No obstante, un veloz contraataque galo efectuado a los diez minutos cambió el rumbo del partido. El zaguero brasileño Marquinhos (capitán) recuperó cerca de su área e inició la respuesta de los dirigidos por Luis Enrique: Bradley Barcola surcó la banda izquierda y tiró un centro rasante, entre Pau Torres y Dibu Martínez, quien, producto de una desinteligencia con su compañero, dio un inconveniente rebote, capturado y transformado en gol por el marroquí Achraf Hakimi.

El combinado azulgrana aumentó la ventaja, sin variar su receta, a los 26 de acción. En segundos, pasó de defensa a ataque y desplegó sus alas de derecha a izquierda: Hakimi rompió líneas a pura potencia y habilitó al ambidiestro Ousmane Dembélé, quien levantó la cabeza y ubicó con precisión al lateral Nuno Mendes en el semicírculo del área. El portugués controló y, con un potente zurdazo que pegó en el palo derecho del arco, doblegó a Martínez.

Pese a los cuatro goles de diferencia en el marcador acumulado, los ingleses no tiraron la toalla. Primero, Morgan Rogers inquietó al arquero italiano Gianluigi Donnarumma con una intentó desviado. A continuación, el volante belga Youri Tielemans condujo una respuesta de los Leones y, triangulación mediante con Marcus Rashford y John McGinn, ingenio un disparo que explotó en la espalda del ecuatoriano Willian Pacho, cambió su trayectoria y viajó al fondo de la red a los 33 minutos.

El algoritmo del enfrentamiento cambió sustancialmente en el segundo capítulo. Aston Villa asedió a los extranjeros. Lentamente, la presión tuvo efecto. Cuando el reloj marcaba nueve, el escocés McGinn igualó el duelo con un zurdazo lejano que dejó atónito a Donnarumma y confirmó la mejoría de los dueños de casa.

Los de Luis Enrique sintieron el impacto y el aluvión local continuó. A la salida de un córner desde la derecha, Rashford eludió a dos contrincantes, se escapó dentro del área y ubicó solo al zaguero Ezri Konsa, quien, a la altura del punto penal, marcó el 3-2 y acortó a un gol la distancia en el resultado acumulado, a falta de más de media hora para el cierre de la función.

Desde entonces, los foráneos, aliados con el cronómetro, se refugiaron de menor manera y tomaron aire con rápidas corridas de sus delanteros, las cuales exigieron a Dibu Martínez. Aston Villa probó la seguridad de Donnarumma en reiteradas oportunidades y casi emparda la serie en la última jugada del partido: el neerlandés Ian Maatsen realizó una magnífica volea, pero el defensor central ecuatoriano Willian Pacho rechazó la pelota cuando estaba por convertirse en gol.

En las semifinales, Paris Saint Germain se medirá con Barcelona. La ida será en su casa, mientras que la vuelta se disputará en España.

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En el Signal Iduna Park, el conjunto de Niko Kovac venció 3 a 1 a los culés con triplete de Serhou Guirassy. Ramy Bensebaini, en contra, descontó para los dirigidos por Hansi Flick que, por primera vez en 6 años, están entre los cuatro mejores.

Fuente: TyC Sports