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Secuelas de la inundación: cómo afecta a la salud y qué riesgos existen

Bahía enfrenta un momento delicado en cuanto a lo sanitario. Especialistas advierten cuáles son los síntomas a tener cuenta y las medidas de prevención más efectivas.

Por Juan Tucat, redacción de La Brújula 24 (@JuanTucat)

El pasado 7 de marzo, una trágica inundación azotó las calles de Bahía Blanca, dejando como saldo familias que nunca volverán a ser las mismas, especialmente por la pérdida irreparable de algún ser querido. Además, miles de millones de pérdidas desde el punto de vista material.

Bahía es una ciudad que no volverá a ser lo que fue, pero que ya comenzó un proceso arduo de reconstrucción. Y no es la primera vez. Porque si algo tiene el bahiense, es poder de resiliencia.

Una de las tantas imágenes que tuvieron algún sector de Bahía como protagonista. (Archivo)

Más allá de eso, hay cuestiones ligadas a este devastador evento climático que no se deben pasar por alto. Por ejemplo, las afecciones a la salud que puede traer aparejadas, ya sea de forma inmediata, como en el mediano y largo plazo. Especialistas advierten que es crucial prestar atención a los siguientes riesgos:

  1. Enfermedades infecciosas: El agua estancada puede estar contaminada con bacterias, virus y parásitos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades como leptospirosis, hepatitis A, gastroenteritis y enfermedades diarreicas agudas. La leptospirosis, en particular, se transmite por el contacto con agua contaminada por orina de roedores.
  2. Afecciones respiratorias: La humedad y el moho que se generan tras una inundación pueden provocar o agravar enfermedades respiratorias como bronquitis, neumonía y crisis asmáticas, especialmente en personas con enfermedades preexistentes.
  3. Problemas dermatológicos: La exposición prolongada al agua sucia puede causar infecciones cutáneas, dermatitis y hongos. También pueden aparecer reacciones alérgicas por el contacto con sustancias contaminantes o químicos arrastrados por la inundación.
  4. Accidentes y traumatismos: Durante y después de la inundación, es común que las personas sufran cortes, golpes o heridas al desplazarse por zonas anegadas. Estas lesiones pueden infectarse si no se tratan adecuadamente.
  5. Problemas de salud mental: El impacto psicológico de una inundación puede ser significativo, provocando estrés postraumático, ansiedad y depresión. La pérdida de bienes, el desplazamiento forzado y la incertidumbre sobre el futuro pueden afectar el bienestar emocional de los afectados.
  6. Intoxicaciones y contaminación del agua: El colapso de sistemas de saneamiento y la contaminación de fuentes de agua potable pueden derivar en intoxicaciones por consumo de agua o alimentos en mal estado. Es fundamental garantizar el acceso a agua potable segura y evitar el consumo de productos que hayan estado en contacto con el agua de la inundación.

Ante estos riesgos, es fundamental implementar medidas preventivas, como campañas de vacunación, distribución de agua potable y control de plagas, para reducir el impacto de la inundación en la salud de la población. Y no olvidar la salud mental, también fundamental.

Una imagen que se repitió durante muchos días en distintos puntos de Bahía. (Archivo)

Al respecto, el equipo del programa "Nunca es tarde", que se emite por La Brújula 24, habló con la doctora Graciela González Prieto, vocera del Hospital Municipal de Agudos Dr. Leónidas Lucero. "Hemos recibido muchas consultas por guardia; tienen que ver con esas enfermedades que sabemos que van a aparecer, como son la gastroenteritis y las afecciones en los miembros inferiores", consideró la profesional. Y agregó: "Para eso se está trabajando en conjunto con la Secretaria de Salud y Región Sanitaria, para hacer un protocolo y que la gente pueda acceder a través de telesalud y de las páginas de los hospitales, para saber qué hacer y cuándo consultar ante los síntomas".

"Sabemos que habrá un número importante de personas enfermas con este tipo de patologías, pero estamos preparados. Y estas enfermedades también indican que vamos a necesitar algún otro aporte o compra que tiene que ver con antibióticos específicos y demás", indicó González Prieto. Y detalló cuáles los síntomas a considerar: "El agua en muchos casos está contaminada y se dan infecciones en gente que estuvo mucho tiempo bajo el agua, pero lesiones mínimas, como dermatitis, que si se puede atender a tiempo, se controla. Otras pueden progresar a un compromiso más profundo como una celulitis".

Además, continuó: "Sabemos que va a haber más mosquitos y Bahía Blanca es área endémica de dengue, con lo cual también debemos tenerlo en cuenta para prevenirlo. Y no olvidemos que pronto empieza el frío, y aquel que tenga enfermedades crónicas pulmonares requerirá atención, sobre todo chiquitos con bronquiolitis".

"También se pueden contagiar de hepatitis A y hay que empezar con una campaña que va a llevar unos cuantos días, ahora vamos a atender lo agudo y luego vendrá lo demás. Nosotros estamos acá para atender a nuestros vecinos".

El Hospital Municipal sufrió graves consecuencias en su estructura por la tormenta. (Archivo)

En la misma entrevista, la profesional contó cuáles fueron las consecuencias edilicias sufridas en dicho centro asistencial. "Tuvimos que evacuar uno de los módulos de la terapia intensiva de adultos; todos los que no estaban respirados y son críticos los pasamos a sala de clínica médica. Trasladamos la sala de clínica pediátrica a la sala de pediatría, que también tuvo algún daño en el techo", indicó.

González Prieto precisó que además del módulo de terapia, también hubo deterioros en los servicios de gastroenterología y neumonología, en algunos consultorios externos y en otros lugares del hospital. "Teníamos que trabajar y sabíamos que éramos el único efector público operativo al cien por cien -en el momento de la tormenta-, y lo seguimos siendo. Los daños han sido serios y tratamos de mitigarlos con recursos propios, que se nos acaban", manifestó.

Y subrayó que tuvieron "dos grandes pérdidas": la lavadora industrial (se lavan en promedio 200 kilos de ropa diarios) y el tomógrafo, que tiene 7 años de uso, adquirirlo tiene un costo de entre 300 y 400 mil dólares, y carece de arreglo. "Tomógrafos hay muchos en la ciudad, aunque públicos el del Penna y el nuestro".

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