El Gobierno estudia ofertas para tener un submarino: los modelos que recomendó la Armada
Las autoridades nacionales están viendo materiales en venta, aunque todavía no hay una decisión concreta de avanzar con el proceso. Las Fuerzas Armadas no tienen ninguno de estos vehículos en funcionamiento tras el hundimiento del ARA San Juan
El Gobierno argentino evalúa la compra o construcción de un nuevo submarino, en el marco de su estrategia para fortalecer a las Fuerzas Armadas y darles un papel más relevante a nivel regional. Esta iniciativa responde a un antiguo reclamo del sector militar, que no cuenta con un submarino desde el trágico hundimiento del ARA San Juan en 2017. Fuentes del Ministerio de Defensa, encabezado por Luis Petri, indicaron que, aunque aún no hay una decisión política concreta, se están analizando las ofertas disponibles en el mercado. La Armada, bajo la dirección del vicealmirante Carlos María Allievi, ha elaborado un informe detallando las características necesarias para el nuevo sumergible, considerando las necesidades presentes y futuras del país.
El informe de la Armada recomendó dos modelos de submarinos: el Scorpène, diseñado por el astillero francés Naval Group, y el Thyssen clase 209, fabricado por Howaldtswerke Deutsche Werft (HDW) en Alemania. El Scorpène es reconocido internacionalmente y utilizado por potencias regionales como Chile y Brasil. Entre sus prestaciones se destacan una velocidad sumergido de 20 nudos, una profundidad de buceo de 300 metros y una autonomía de 78 días, con hasta 12 días continuos bajo el agua. Además, puede transportar una tripulación de 31 personas y cuenta con 18 elementos armamentísticos, entre torpedos y misiles.
Brasil cuenta con un Scorpène (REUTERS/Pilar Olivares)
Por su parte, el submarino clase 209 de Thyssen es de propulsión diésel-eléctrica y, según la empresa HDW, es el submarino no nuclear más vendido en el mundo occidental. Sus características incluyen una longitud de 62 metros, un desplazamiento en superficie de 1.450 toneladas, y capacidad para una tripulación de hasta 30 personas. Además, está diseñado para cumplir una variedad de misiones, desde la vigilancia hasta operaciones especiales, con un sistema de defensa que ha sido mejorado a lo largo del tiempo.
Una opción que se baraja es construir uno de estos submarinos en Argentina, aunque expertos de las Fuerzas Armadas señalan que lo más común es adquirirlos nuevos o con poco uso, dado el alto costo y la complejidad de su fabricación, con un precio estimado de alrededor de 500 millones de dólares. Desde la pérdida del ARA San Juan, la Armada argentina no cuenta con submarinos en operación. El único navío disponible es el ARA Salta, que, aunque funcional, solo se utiliza para entrenamiento de buzos y no para operaciones en el mar.
Un submarino de clase 209
Con información de Infobae
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