Convive con una grave enfermedad, ama pescar y sueña con radicarse en Monte

Por Augusto Meyer / Redacción de La Brújula 24

Por definición, la mielomeningocele es el tipo de espina bífida más grave. Produce parálisis en las piernas y problemas para controlar la vejiga y los intestinos de los bebés. Estudios científicos revelaron que una causa de este mal puede ser nivel insuficiente en la madre de ácido fólico, vitamina que tienen verduras de hojas verdes, legumbres y naranjas. También una diabetes mal controlada o la ingesta de medicamentos anticonvulsivos durante el embarazo.

A Ruth Jerez, quien lleva 33 años de convivencia con la mielomeningocele (ella misma lo define como “falta de médula”) nada le impide trabajar, amar y ser amada, y disfrutar de la vida. De hecho lleva 9 años de casada, se gana el sustento vendiendo por Internet tejidos romboidales (más allá de cobrar una pensión) y se reparte con su marido –Christian- las tareas del hogar. Él cocina y ella lava los platos y limpia la casa, con el desplazamiento que le permiten la silla y la enfermedad. 

Esta semana nos llegó a la redacción (vía el colega Damián Danieli) una fotografía de Ruth disfrutando de su hobbie preferido y en un lugar soñado donde aspira a quedarse a vivir: la pesca y Monte Hermoso es, para ella, esa combinación perfecta. Residen en Moreno y a Monte llegan para visitar a suegros de la joven.

“No sabe qué alegría que tengo…mi sueño es quedarme en Monte, conseguir un empleo y casa donde vivir con mí marido. Me encanta la playa y pescar; también conocer lugares cercanos. Monte es un lugar bellísimo, muy tranquilo”, dijo ante la consulta de La Brújula 24.

“Estar en silla no debe impedirte hacer cosas si te ayudan y te acompañan como lo hacen conmigo”, agregó Ruth, ejemplo de fortaleza ante situaciones de adversidad que nos presenta la vida.