Cómo son los días de Dani Alves en prisión tras la denuncia de abuso

La vida del futbolista brasileño de 39 años Dani Alves acaba de dar un giro inesperado. Uno de los principales socios de Lionel Messi en el Barcelona de España y figura de la selección brasileña pasó de ser un personaje simpático y reconocido por sus 42 títulos como jugador profesional, a estar preso en una cárcel de Cataluña por abusar sexualmente de una mujer de 23 años en la noche de año nuevo de 2023 en el baño de una discoteca de Barcelona.

Anna Marín, jueza sustituta en el juzgado de instrucción nº 15 de Barcelona, envió a prisión sin fianza al futbolista que espera por su proceso judicial. La jueza se mostró firme en su decisión tras analizar la gran documentación aportada por la Unitat Central de Agressions Sexuals (UCAS) de los Mossos d’ Esquadra, la policía de Cataluña, responsable de investigar la denuncia por violación presentada contra el futbolista brasileño que participó del último Mundial de Qatar.

Un compañero de celda llamado Coutinho

Dani Alves fue trasladado este lunes al Centro Penitenciario Brians 2 de Cataluña y es un preso más. No cuenta con privilegios y cumple con los protocolos como cualquier otro penitenciario del establecimiento. Lo curioso es que decidieron que compartiera celda con un brasileño conocido como Coutinho -también preso por un delito sexual- para que tuviera una rápida adaptación.

Coutinho no es el futbolista brasileño que compartió plantel con Dani Alves en Barcelona y en la selección de Brasil, sino que tiene el mismo nombre del actual jugador del Aston Villa de la Premier League. En Brians 2, Coutinho será la sombra de Dani Alves.

Según informa el diario El Periódico de Cataluña, “Coutinho tendrá un papel muy importante en la adaptación de Alves a su día a día en la prisión, considerada un verdadero pueblo, con su hospital, polideportivo, teatro…pero con una rutina muy severa, que arranca a las 08.00 horas y concluye a las 22.00 horas cuando se apagan todas las luces de los módulos”.

Fuente: Clarín