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Ataques de pánico: por qué son cada vez más frecuentes y cómo tratarlos

Cuáles son los síntomas. Las posibles causas de un trastorno recurrente. Lo que pueden provocar en la calidad de vida de las personas que lo sufren. La palabra de especialistas.

Por Juan Tucat, redacción La Brújula 24
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Miedo, dolor, falta de aire, incomodidad, ansiedad, angustia, llanto. Y podríamos seguir. Es que en los tiempos agitados que corren, es muy común hablar de ataques de pánico.

Esto sucede porque son cada vez más quienes los padecen, en mayor o menor medida. Por eso es bueno poder hablarlo, ponerlo en agenda y sobre todo, aprender a tratarlos.

Medios especializados señalan que un ataque de pánico es un episodio repentino de miedo intenso que genera reacciones físicas graves cuando no existe peligro real o causa aparente. Y pueden provocar mucho miedo, lógico.

Cuando se presenta un ataque de pánico, la persona que lo sufre puede sentir que está perdiendo el control, que está teniendo un paro cardíaco o, incluso, que se va a morir.

Muchas personas, explica el portal Mayo Clinic, tienen solo uno o dos ataques de pánico durante su vida y el problema desaparece cuando se resuelve una situación estresante en particular. Sin embargo, si los mismos son inesperados y recurrentes, puede tratarse de una afección llamada “trastorno de pánico”.

A pesar de que los ataques de pánico en sí mismos no ponen en riesgo la vida, vale la pena mencionar que pueden provocar mucho miedo y afectar la calidad de vida. Por ello, el tratamiento puede ser muy eficaz.

Pero primero, hablemos de las causas

Se ha demostrado un componente genético importante. Se habla de una liberación exagerada de catecolaminas (sustancias que favorecen el nerviosismo, temblor, la taquicardia y la agitación) ante determinados estímulos.

Síntomas

  • Palpitaciones, sacudidas del corazón o aumento de la frecuencia cardiaca.
  • Sudoración.
  • Temblores o sacudidas.
  • Sensación de ahogo o falta de aliento.
  • Sensación de atragantamiento.
  • Opresión o malestar en el pecho.
  • Náuseas o molestias abdominales.
  • Inestabilidad, mareo o desmayo.
  • Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (sentirse separado de uno mismo).
  • Miedo a perder el control o volverse loco.
  • Miedo a morir.
  • Parestesias (sensación de entumecimiento u hormigueo) en extremidades o alrededor de la boca.
  • Escalofríos o sofocos.

Estos síntomas suelen desaparecer tras aproximadamente una hora de evolución.

Tratamiento

El objetivo es reducir el número de ataques y su intensidad. El método fundamental son los antidepresivos, sobre todo los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (fluoxetina, paroxetina, citalopram). Generalmente, se inician a dosis más bajas que las utilizadas para tratar una depresión y se mantienen hasta 2 años después de que hayan desaparecido los ataques.

Las benzodiacepinas (ansiolíticos) suelen usarse cuando se diagnostica inicialmente la enfermedad y de forma esporádica posteriormente. Y por supuesto, las intervenciones psicoterapéuticas pueden ayudar a controlar los síntomas. Son estrategias usadas por profesionales para explicar y ayudar a enfrentarse al problema.

Al respecto, LA BRÚJULA 24 conversó con la psicóloga bahiense María Rosa Giampieri (MP1288), especialista en terapia de pareja y familiar. “El ataque de pánico es un tipo de trastorno de ansiedad que aparece súbitamente en la persona y ocurre con frecuencia sin que haya sido precedido por algún hecho desencadenante”.

“Las causas están ahí, solo que no son actuales y la persona las desconoce”

“Las personas suelen decir que no discutieron con nadie, que no tuvieron un problema aparente, pero que les apareció súbitamente mientras caminaban, conducían o estaban en medio de una reunión. En realidad el conflicto no hay que buscarlo en el afuera, sino en el interior del individuo. Las causas están, solo que no son actuales y la persona las desconoce”, aseveró la especialista.

Lic. María Rosa Giampieri (MP1288)

“Es un episodio repentino e inesperado que se apodera de la persona, se llega a pensar que está al borde del colapso y que se va a morir. Los síntomas se dan varios a la vez y producen mucho miedo. Duran unos minutos, pero parecen interminables y se perciben en el cuerpo”, expuso.

Y agregó: “Una vez que se los atraviesa, la persona queda muy fatigada y tiene temor de que vuelva a aparecer. Es más frecuente en la adolescencia y en los jóvenes, afectando más a las mujeres que hombres. Hay tratamientos como el psicológico y la medicación, pero esto no resuelve el conflicto de base. Lo principal es ponerlo en palabras, siempre”.

¿Qué hacer?

“Lo ideal es contenerlo y comentarle que muy pronto pasará, que lo superará y tratar de cambiar el foco de la conversación. Lo que sucedió con la pandemia a nivel mundial en los últimos dos años pudo haber sido uno de los disparadores de los cuadros que estaban latentes y ahora desbordan el aparato anímico, dado que es muy elevado el número de pacientes que lo consultan”, indicó Giampieri

Rcordá que ante la presencia de cualquier síntoma, lo ideal es recurrir al médico.

Con información de Redacción Médica y Mayo Clinic

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