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INFORME ESPECIAL

Hay que hablar de adicciones, hay que hablar de prevención

Cada 26 de junio se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. La palabra de profesionales que trabajan en Bahía para dar contención a quienes más lo necesitan. Cómo se aborda una tendencia que preocupa cada vez más.

Por Juan Tucat, redacción La Brújula 24
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Hoy no es un domingo más. Tiene un significado muy fuerte, mucho más que simbólico, por el que todos los ciudadanos debemos estar firmemente comprometidos. Porque los problemas hay que enfrentarlos siempre. Y si lo hacemos juntos, mejor.

Pero hagamos un poco de historia. 

En 1987 la Asamblea General de Naciones Unidas, principal órgano deliberativo de la ONU, estableció el 26 de junio como el Día Internacional de la Lucha contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas. La idea de esa iniciativa era reforzar la acción y la cooperación por una sociedad libre de ellas.

Este día busca reunir a individuos, comunidades y organizaciones en todo el mundo para crear conciencia sobre el problema que las sustancias ilegales representan en la sociedad.

En distintas oportunidades, en La Brújula 24 dimos cuenta de la existencia de distintas entidades, públicas y también privadas, que trabajan a destajo en combatir este flagelo.

Por ejemplo, te detallamos la labor de Centro La Misión, una ONG bahiense dedicada a la prevención, asistencia y capacitación en problemáticas sociales relacionadas a las adicciones. Se trata de una organización que fue formada por un pequeño grupo de adolescentes allá por 1999. Ellos pertenecían a una iglesia evangélica y tenían ganas de ayudar a sus pares. Con el tiempo, se fueron ampliando y profesionalizando su servicio.

Y por supuesto, más de una vez contamos con la palabra de expertos. Por caso, el psicólogo especialista en la temática, Patricio Montani, quien señaló meses atrás que se requiere un abordaje multidisciplinario porque una acción de comunicación mal hecha en ese sentido, puede tener un impacto negativo en la vida de las personas, especialmente los jóvenes.

En esta ocasión, fuimos al plano local. En tal sentido, contamos hoy con una serie de conceptos de dos personas vinculadas a la labor diaria en la prevención y contención. Uno de ellos es el licenciado José Luis Sarai, que trabaja en la secretaria de Salud del Municipio. Primero, contó cuáles son los ‘problemas’ más frecuentes que se tratan en Bahía y realizó con ello un análisis de situación.

“En general se ve lo que hay en todo el país, sobretodo el alcoholismo, que es la droga legal y más difundida. El tabaquismo también. Y después están el consumo de marihuana, cocaína, he escuchado mucho últimamente sobre la ingesta de  LSD y drogas de diseño. Pero lo importante de esto es hacer hincapié en que el consumo de sustancias tiene que ser entendido como una manera de solucionar algo que no está bien en nosotros, algo que lo usamos como si fuera un medicamento que sirve para curar penas. Puede ser que alguien tenga la posibilidad de usarlo como una diversión, pero principalmente se usa como algo para salir de una situación emocional determinada. Hay que analizar eso más allá de cuáles son las drogas más frecuentes, empezar a sacar de la opinión pública del objeto-droga y ponerlo en la persona”, consideró el especialista.

Y agregó: “Lo que pasa es que las personas tardan mucho en darse cuenta, hay antiguas estadísticas que daban cuenta de unos 15 años promedio,  a pesar de que la familia ya se lo había mostrado durante años. Toman conciencia cuando empiezan los problemas físicos que los hacen caer en las guardias de los hospitales. A muchos de los pacientes que nosotros tenemos les pasó eso. Entonces, cuando la persona se da cuenta tiene que ir a los centros de atención que hay en Bahía y consultar ahí. Pero lo que en realidad pasa es que primero consulta la familia, preocupada, que viene a ver qué puede hacer por su familiar”.

“Involucrarlos como parte de la solución es fundamental. Cuando ellos modifican  su posición respecto de la situación, como puede ser con sus hijos, ellos también actúan reactivamente. Es muy interesante esto, porque nosotros tenemos gente que nunca pisó los centros de asistencia y sin embargo mejoraron”, expuso.

Las adicciones menos comunes

“Durante mucho tiempo se dijo que no había consumo de heroína, aunque algunos me dijeron que en Buenos Aires se consigue. Y después están las drogas de diseño, porque es común que salgan nuevas dependiendo de la cocina que las haga, lo que pasa es que son menos difundidas. El tratamiento en todos los casos es el mismo, sabiendo que el que consulta es el que está angustiado, que siente que hay un problema. Eso generalmente surge en la familia”.

“Obviamente, si la persona reacciona a ese problema, muchas veces con una sensación de vacío y depresión, y quiere tener un lugar para hablarlo, nosotros estamos ahí”, aseveró.

Otra de las especialistas en aportar su experiencia para este informe fue Carina Marinsalta, Trabajadora Social que presta funciones en la misma dependencia comunal. “Socialmente, siempre el concepto de adicción aparece centrado en los problemas de drogas, pero las drogas son solo una cara de las adicciones en términos generales”.

Y describió: “Existen diferentes tipos de consumos, a sustancias, a objetos, a personas, al juego. Lo que define la adicción no es la sustancia o el objeto, sino el vínculo, la relación de dependencia que tiene cada individuo con esa sustancia, con ese objeto, con esa persona en un contexto dado. Y esta relación de dependencia hace que la persona se posicione entre dos o tres conductas que aparecen en forma reiterada, una es la obsesión con pensamientos que vuelven una y otra vez, la imposibilidad de frenar, de parar, con la consiguiente sensación de encierro, y la compulsión a repetir el comportamiento, a repetir el consumo, y esta problemática sube si están expuestos a situaciones de vulnerabilidad bio-psico-social”.

“Este año, desde el equipo de Salud Mental y Adicciones comenzamos a ocuparnos de la situación de las mujeres con consumos problemáticos de sustancias, pensamos que se dificultan los canales de acceso a los dispositivos de salud para ellas, ya sea por prejuicios, por falta de oportunidades, por falta de tiempo, por cumplir con los mandatos sociales. A partir de abril, implementamos un dispositivo grupal de reflexión con perspectiva de género, pensamos que son mujeres que además son madres, hijas, esposas o parejas, que trabajan, estudian, crían, están embarazadas, cuidan y deben hacerse cargo de lo cotidiano”, contó.

Las “otras” adicciones

“Por otro lado, si hablamos de consumos problemáticos de tecnología, en la pos pandemia, lo que estamos recibiendo con mayor frecuencia son consultas de parte de padres y escuelas, por niños y adolescentes, con síntomas que podrían asociarse al Síndrome Hikikomori. Son síntomas que se relacionan con la perdida de las habilidades sociales. Estando aislados y encerrados, la TV, el celular, la computadora, los juegos en red, las redes sociales, se convierten en algo exclusivo”.

“Durante el aislamiento por la pandemia, muchos chicos han perdido amigos, vínculos familiares, han dejado de ir a la escuela, de hacer su deporte favorito, de ir a canto o a dibujo, han perdido su habilidad para relacionarse,  haciendo hoy que se dificulte la reintegración, el regreso a aquellos espacios de relación con otros. Estos chicos se aíslan, se encierran en sus dormitorios, dejan de tener amigos, duermen durante el día, están con la PC o con el celular durante la noche, están tristes, angustiados, inseguros”, graficó Marinsalta.

En línea con esto, habló de una preocupación ante este avance, lo cual conlleva una acción. “La situación de estos chicos nos preocupa, por lo que estamos implementando varias propuestas para acompañar a las instituciones, para acompañar a las familias proponiendo espacios grupales de reflexión. Y para los niños y adolescentes, además de los espacios de terapia individual si la particularidad de la situación lo requiere, contamos con dispositivos grupales como La Buena Noticia sos vos, espacios de encuentro con jóvenes, talleres de escritura, música, ajedrez, fotografía, recreación, hip hop, lugares de consultoría sin turno, con presentación espontanea”, apuntó.

Recordá que el Centro Municipal de Prevención y Promoción Comunitaria local funciona en Güemes 52. Y podés comunicarte a los teléfonos (291) 455-1159 / 459-8484 (Hospital Municipal de Agudos) Interno 2621. E-mail: [email protected]

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