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en vieytes al 2000

Denuncia que por un desborde cloacal se le está rajando la casa

El constante brote de agua desde las rejillas le inunda el baño y el patio y está afectando notablemente la estructura de la vivienda. El problema es similar al que padecen otros vecinos de su barrio.

La familia de Flavia concretó el sueño de una casa propia hace dos años y medio cuando terminaron de construir su vivienda en Vieytes al 2500, pero desde hace unos meses comenzaron a vivir una pesadilla debido a una falla de origen en la conexión de las aguas cloacales que le están causando daños estructurales.

“El desborde está generando que la plataforma de la casa vaya para abajo y produce fisuras en las paredes”, señaló la afectada, quien agregó que la dinámica familiar se ha visto complicada por los malos olores y el constante brote de agua desde las rejillas que le inunda el baño y el patio.

“Ya no sabemos de qué forma reclamar”, dijo en el programa Nunca es Tarde, que se transmite por La Brújula 24. Relató que cuando llama a Absa (Buenos Aires) le dan un número de reclamo, pero que cuando hace el seguimiento le indican que el caso fue resulto y que aparece en sus sistemas como cerrado.

Comentó que “en todos los últimos llamados que hice me dicen que está cerrado, porque supuestamente está resuelto. Me dijeron que haga la denuncia ante el ente regulador y el regulador de Absa está dentro de la misma empresa”.

Flavia refiere que en días recientes observó a un grupo de trabajadores de Absa en las cercanías de su casa y les comentó el inconveniente que viene arrastrando y la recomendación fue que colocará una botella para recolectar el agua, porque “Absa no va a venir”.

“Tengo un nene de 6 años y al ver que salía de todo por el baño, no quería ir, no quería bañarse, ni entrar”, relató.

El problema radica en que la conexión está mal hecha y no solo no sale el agua cloacal de la casa de Flavia, sino que ingresa desde la calle, por eso se rebasa constantemente. Ella ha intentado paliar el inconveniente limpiando el pozo ciego, pero nada ha resultado.

“Todos en el barrio tenemos este problema”, afirmó, aunque unos casos, como el de ella, son más graves que otros.

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