El día después de mañana

Por Graciela González Prieto, médica secretaria técnica de Dirección Hospital Municipal

Un virus desconocido nos puso a prueba a todos. A los médicos en nuestra vocación al enfrentarlo en primera línea demostrando valentía, no porque no se sienta miedo, sino porque se lo hace a pesar de ello. Algunos se han infectado, otros murieron. Con dolor estamos reaprendiendo en la pandemia, el virus demostró que es un docente sin pedagogía. Lo hacemos juntos, un gran equipo de trabajo solidario, empático entre pares, cercano y cálidamente “científicos” con el enfermo y su familia ante tanto sufrimiento y muerte.

Un virus desconocido ha puesto en jaque el orden mundial. La sociedad vive con incertidumbre este presente. Probó que la medicina carece de certezas. Los sistemas sanitarios han demostrado su déficit y la inequidad social. Muchos gobiernos justifican su ineficiencia y además “olvidan” que la Salud es un Derecho y como tal no tiene ideología. Se ha lastimado seriamente a la educación y al futuro de los más jóvenes. Muchos han perdido sus trabajos, crece desgarradoramente la pobreza.

Esta pandemia también nos ha hecho valorar esas cosas intangibles que ahora añoramos: los momentos felices, cuando hay tristeza; los afectos, cuando ya no están y la salud, cuando se padece una enfermedad; la compañía, cuando hay confinamiento. No es el más fuerte quien sobrevive, tampoco el más inteligente, sino aquel que mejor se adapta al cambio que estamos viviendo.

Esta pandemia terminará, de a poco. Habrá un día después de mañana. Se nos presenta el mayor de los desafíos que jamás imaginamos y que como seres resilientes enfrentaremos. Un día para recordar que Humanismo se escribe con “H” como Humildad, Honestidad, Humanidad y Humor. Un día para demostrar que estamos aprendiendo a ser mejores humanos, que estamos mejorando como sociedad al soportar tantas sacudidas de la adversidad.

Cuando termine todo esto, porque terminará, quiero que el mundo se llene de primeras veces. Otra vez. Para valorar lo realmente importante, eso intangible. Recuperar el diálogo cara a cara para restablecer valores y principios. Tenemos tiempo para pensar en ese cambio profundo que como sociedad estamos obligados a llevar adelante. Que sea nuestra nueva primera vez.