WhatsApp de Publicidad
Seguinos

Ante el fiscal Del Cero

Se negó a declarar el polinarco puntaltense

Hugo Daniel Tello (35) fue detenido ayer, acusado de comercializar estupefacientes. Su pareja, Verónica Sánchez, había sido sorprendida el último jueves en el momento justo en el que vendía cocaína.

Hugo Daniel Tello (35), el subteniente de la policía que cayó ayer acusado de vender droga junto a su pareja en Punta Alta, se negó a declarar hoy ante el fiscal Mauricio Del Cero, a cargo de la UFIJ N° 19.

Tello fue detenido ayer luego de una investigación llevada adelante desde hace algunos meses por parte del personal policial de la comisaría de Punta Alta.

El subteniente, que es asesorado por el abogado Leonardo Gómez Talamoni, continuará detenido, junto a su mujer, Verónica Sánchez (29), quien había sido arrestada el pasado jueves cuando fue sorprendida en el momento justo en el que vendía droga arriba de su camioneta Ford Ranger.

La mujer tenía en su mano 15,7 gramos de cocaína fraccionada, mientras que el comprador tenía $ 300.

En aquel momento, el comprador le aseguró a la policía que hacía cuatro meses la pareja le vendía cocaína, y que se contactaba con Tello a través de mensajes de texto.

Inmediatamente se montó un allanamiento en la vivienda de ambos, ubicada en calle Boulogne Sur Mer 559 de la vecina localidad de Punta Alta. Allí incautaron $23250 pesos, $119 dólares, notebooks, celulares, balanzas, pastillas y otros elementos de prueba para la causa.

Desde ese momento, Tello permaneció en las sombras, hasta que esta noche sus compañeros de fuerza lograron detenerlo. Previamente, había pedido licencia por psiquiatría.

Una vida de lujo

Pisos, muebles, electrodomésticos, e incluso, detalles en el patio de la propiedad daban cuenta de los lujos a los que pudo acceder esta pareja puntaltense en los últimos tiempos, a partir de su actividad ilegal.

Para los investigadores no fue sorpresivo encontrar un plato con cocaína dentro de un ropero, ni tampoco, un altar improvisado dentro de una estantería con figuras de San La Muerte.

Lo que les llamó la atención fue ver en el patio de la propiedad tres caballos, dos de ellos pura sangre de carreras; y los cuatro perros dogo de raza. A un costado, un corral con lechones terminaba de armar la pintura.

El área de esparcimiento al aire libre, debido a la caída del “polinarco”, quedó inconclusa. Una pileta de grandes dimensiones estaba acompañada, en soledad, por un sauce que se lo veía castigado por el viento. Todo esto sin contar un total de tres vehículos.

Lo más leído