Seguinos

Amo Viajar

El pueblo rural que se transformó en el nuevo polo gastronómico de Buenos Aires

Con una oferta culinaria basada en productos regionales y recetas tradicionales, este destino combina la tranquilidad del campo con el mejor sabor criollo.

En los rincones más tranquilos de la Provincia de Buenos Aires, los pueblos rurales están viviendo un verdadero renacer. Lejos del bullicio urbano, estos destinos ofrecen paisajes serenos, costumbres arraigadas y una creciente propuesta gastronómica que atrae cada vez a más visitantes en busca de sabores auténticos y experiencias diferentes.

Con calles de tierra, almacenes centenarios y parrillas al aire libre, estos pueblos combinan historia y buena cocina. La utilización de productos regionales, recetas tradicionales y el valor de lo artesanal han convertido a varios de ellos en polos gastronómicos que sorprenden por su calidad y calidez.

Villa Ruiz, una pequeña localidad del partido de San Andrés de Giles, se está ganando un lugar entre los destinos gastronómicos más atractivos de la provincia. En un entorno donde la historia y la tranquilidad se sienten en cada rincón, este pueblo seduce con una propuesta culinaria que rescata lo mejor de la cocina criolla y los productos regionales.

En San Andrés de Giles el gobierno de Axel Kicillof inauguró el edificio propio de la Escuela Secundaria 8, que dejó de compartir instalaciones con la Primaria 3. Al colegio posee laboratorio, sala de informática y patio central, y asistirán más de 160 alumnos del distrito.

Historia y costumbres que perduran

Fundado a fines del siglo XIX con la llegada del ferrocarril, Villa Ruiz conserva su identidad a través de antiguas casonas, calles de tierra y una comunidad que mantiene vivas las tradiciones. La estación de tren, hoy sin uso, es uno de los íconos del pueblo y un lugar elegido por fotógrafos y visitantes.

El auge de la gastronomía rural

En los últimos años, el pueblo ha ganado notoriedad gracias a su oferta culinaria, donde destacan las famosas empanadas de osobuco cocidas en horno de barro. Con su sabor profundo y jugoso, este plato se transformó en la estrella de los menús locales y en una verdadera atracción para turistas y críticos gastronómicos.

Pero las empanadas son solo el comienzo. Parrillas a cielo abierto, bodegones con historia y almacenes de campo completan una propuesta que enamora a cualquier paladar. Se pueden encontrar pastas caseras, picadas con embutidos artesanales, dulces regionales y bebidas de elaboración local, como vinos boutique y cervezas artesanales.

Dónde comer en Villa Ruiz

Algunas paradas imperdibles para disfrutar de la cocina local incluyen:

  • Parrillas al aire libre: con cortes de carne asados a la leña en ambientes familiares.
  • Bodegones históricos: como Lo de Cacho o El Rancho de Ruiz, con recetas heredadas de generación en generación.
  • Casas de té y almacenes rurales: ideales para una merienda con productos locales.

Una escapada para el alma

Además de su propuesta gastronómica, Villa Ruiz ofrece un entorno ideal para desconectar. Se pueden realizar caminatas, paseos en bicicleta y cabalgatas por caminos rurales. Algunas granjas invitan a vivir experiencias agroecológicas y conocer de cerca la producción de alimentos artesanales.

Cultura, tradiciones y eventos

Durante el año, el pueblo celebra la Fiesta del Asador Criollo y organiza ferias de productores locales, donde es posible adquirir dulces caseros, miel, embutidos y quesos artesanales. Estas actividades no solo atraen turistas, sino que fortalecen el tejido social y cultural del lugar.

Con su ritmo pausado, paisajes rurales y sabores auténticos, Villa Ruiz se consolida como un rincón imperdible de la Provincia para quienes valoran la buena comida y las tradiciones. Un plan ideal para un fin de semana distinto, donde cada bocado cuenta una historia.

    Más Leídas