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Detienen a una argentina en Indonesia por traficar droga: temen que la sentencien a muerte

En ese país las penas por narcotráfico son duras.

Una argentina de 46 años fue detenida en el aeropuerto Ngurah Rai de Bali, Indonesia, al ser descubierta transportando 323,76 gramos de cocaína en su cuerpo. La droga estaba oculta en un preservativo dentro de su vagina y fue detectada por las autoridades de aduanas. Según su testimonio, la mujer había viajado desde México con la intención de entregar la sustancia ilícita a cambio de 3.000 dólares. En Indonesia, el tráfico de drogas en grandes cantidades puede castigarse con penas de hasta 20 años de prisión, cadena perpetua o incluso la pena de muerte por fusilamiento.

Tras su declaración, las autoridades balinesas arrestaron a un ciudadano británico identificado con las iniciales E.J.S., quien presuntamente estaba involucrado en la distribución de la droga. El hombre fue localizado en una casa de huéspedes en Kerobokan, Badung. El jefe de la Agencia Nacional de Narcóticos de Bali, general Rudy Ahmad Sudraja, confirmó que continúan investigando la red de tráfico internacional de cocaína en la isla. La detenida, que trabajaba como peluquera, permanecerá bajo custodia mientras avanza el proceso judicial en su contra.

La mujer había llegado a Bali el 25 de marzo en un vuelo de Emirates procedente de Dubái, tras haber salido de México, donde se cree que recibió la droga, el pasaje y los contactos. Según el medio Balinews.id, las autoridades ya tenían información previa sobre el intento de tráfico, por lo que la escoltaron inmediatamente para una revisión exhaustiva. Una inspección médica reveló la presencia de la droga escondida en su canal vaginal, envuelta en un preservativo con cinta adhesiva.

Desde Cancillería Argentina confirmaron que la Dirección de Argentinos en el Exterior (DIARE) tomó contacto con la familia de la detenida y que la sección consular en la Embajada Argentina en Indonesia sigue el caso en coordinación con las autoridades locales y su defensa legal. Hasta el momento, solo se ha permitido comunicación telefónica con la mujer. A medida que avance el proceso judicial, se prevé una visita consular para verificar su estado de salud y proporcionarle elementos de higiene.

Con información de Clarín

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