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Paladar Negro

Guía fácil para crear tu propia masa madre: el secreto para panes únicos

El pan casero tiene un encanto especial. Más que una receta, es como un viaje en el tiempo, directo a las raíces de la panadería artesanal. Y en el corazón de este arte está la masa madre, ese fermento natural que no solo transforma ingredientes simples en panes exquisitos, sino que también nos conecta con una tradición que atraviesa siglos.

A diferencia de las levaduras comerciales, la masa madre es pura magia de la naturaleza. Está compuesta por levaduras y bacterias presentes en el ambiente, lo que permite un proceso de fermentación único y más saludable. Mejora la digestión del gluten y regala a tu intestino bacterias amigas que lo mantienen feliz y saludable.

¿Te animás a crear la tuya? Con harina, agua y un poquito de constancia, podés dar vida a este fermento en tu propia cocina.


Ingredientes

  • Harina integral o harina de trigo (podés comenzar con una harina de calidad orgánica para mejores resultados).
  • Agua a temperatura ambiente.

Día 1:

  • En un frasco o bol limpio, mezclar 50 g de harina con 50 ml de agua. Remover bien hasta obtener una mezcla espesa y sin grumos.
  • Tapar el recipiente con un paño limpio o papel film perforado para permitir la entrada de aire. Dejalo reposar en un lugar cálido (alrededor de 22-26 °C).

Día 2:

  • Observar si hay pequeñas burbujas en la superficie. Esto indica actividad, aunque puede tardar más en aparecer.
  • Retirar la mitad de la mezcla y alimenta con 50 g de harina y 50 ml de agua. Remover y volver a tapar.

Días 3 a 5:

  • Repetir el proceso de desechar la mitad y alimentar con harina y agua cada 24 horas. Notarás que las burbujas aumentan y el aroma se vuelve ligeramente ácido.

Día 6:

  • La masa madre estará lista cuando doble su tamaño después de alimentarla y tenga un aroma agradable, entre dulce y ácido. Esto indica que está activa y lista para usarse en panes y otras preparaciones.

Mantenimiento:

  • Si la usás a diario, alimentala una vez al día.
  • Si la usás ocasionalmente, guardala en la heladera y alimentala una vez por semana.

Con información de TN Recetas

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