El niño que le dijo al Papa que iba a ser sacerdote, cumplió su promesa

Hacía poco más de tres meses y medio que el Papa Francisco había sido elegido por los cardenales al frente de la Iglesia Católica. Y su primer viaje apostólico fuera de Italia lo hizo a Brasil, para la Jornada Mundial de la Juventud en Río de Janeiro. Entre quienes esperaban con ansiedad la llegada estaba un pequeño de nueve años llamado Nathan de Brito Melo.

El nene y su familia ignoraban por dónde pasaría el Papamóvil, pero siguieron a la multitud que se apiñaba frente a las vallas de contención. Vistiendo una camiseta con los colores brasileños, el nene corrió hacia el Papamóvil. Dos guardaespaldas quisieron interceptarlo, pero sus ojos y los de Francisco ya se habían cruzado.

El Papa pidió que lo llevaran con él. Un guardia lo subió al vehículo. Nathan lo abrazó entre lágrimas y le dijo “Quiero ser Padre, quiero ser ministro de la Iglesia…”. Francisco se sorprendió y se emocionó. Y le respondió “Vos rezá por mí, que yo voy a rezar por vos. Tu deseo se concretó”. Tres años después, en 2016, esa fotografía del abrazo con Francisco fue utilizada en una campaña para despertar vocaciones sacerdotales.

“Siempre enfatizo que mi llamado es a la santidad. Todos estamos llamados a la santidad y cada uno tiene una llamada, una vocación específica. Y entiendo que mi vocación es el sacerdocio, entonces debo decirle ‘sí’ a esta vocación”, dijo y adelantó que su intención es convertirse en sacerdote diocesano. Nathan está dispuesto a seguir el camino que Francisco pidió para los curas: “”¡Hagan lío!... ¡Quiero lío en las diócesis, quiero que la Iglesia salga a la calle!”.

Con información de Infobae