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Homenaje al poeta bahiense

La Plaza del Tango ahora se llama “Mario Iaquinandi”

Quedó inaugurado en dicho espacio público un busto realizado por la Escuela de Artes Visuales.

Esta mañana la Plaza del Tango de Avenida Cerri pasó a llevar un nuevo nombre: “Plaza del Tango Mario Iaquinandi”, inaugurando en dicho espacio público un busto del mítico poeta bahiense, realizado por la Escuela de Artes Visuales.

La iniciativa se llevó adelante en conjunto con el Director del Instituto Cultural José Ignacio González Casali, el Concejal Mandato Cumplido Gustavo Mandará, José Valle (Director del Ciclo Cultural Bahía Blanca No Olvida), Antonio Germani y Mariel Estrada (del Salón de Arte Mario Iaquinandi).

El acto contó con la presencia de la cantante Gaby “La voz sensual del tango”, quien interpretó obras emblemáticas del poeta bahiense.

La escultura fue efectuada en la Materia Práctica Profesional III: Escultura III de la carrera: Tecnicatura Superior en Realizador en Artes Visuales, por la alumna Gloria Noemí Angeletti y la docente a cargo de la cátedra, Moira Carina Buscazzo.

El equipo de trabajo que formó parte del Proyecto está compuesto por Braian Maina (Alumno de la carrera de Tecnicatura en Ilustración), Leandro Anzuino (Docente de la cátedra de Escultura), Mirna Mariel Gómez (Docente de la cátedra de Escultura), Guillermina Prado (Docente de la cátedra de Escultura).

Mario Iaquinandi nació en Bahía Blanca el 14 marzo 1937 y falleció en los primeros minutos del sábado 14 de junio de 1990. En su ciudad natal cursó estudios primarios y secundarios y se recibió de profesor Superior de Música.

Desde muy joven realizó varios programas de radio. Incursionó con éxito como redactor creativo en agencias de publicidad y desarrolló una amplia actividad teatral, como actor y director. Fue uno de los fundadores del Teatro Libre Los Independientes.

A mediados de la década de 1960 decidió radicarse en Buenos Aires, donde llevó una vida bohemia, pintoresca y con una fuerte vinculación con el periodismo y la creación artística y literaria.

Se destacó como cuentista, algunas de sus principales obras: Buenos Aires así, cuentos; Memorias y fundamentos del Ángel, crónica poética basada en la serie musical del Ángel y el Diablo, de Astor Piazzolla; Para entender Buenos Aires, poemas.

 En 1962 su cuento “Ariel y el sapo” fue premiado por la revista oral Once Varas (Radio Universidad de La Plata) y en 1970 se le otorgó el diploma de honor al mejor autor del Río de la Plata, concedido por CX36 Radio Centenario de Montevideo, Uruguay. Entre sus múltiples tareas, fue asesor literario y de repertorio de la Editorial Melograf entre 1968 y 1969 y asesor de repertorio de Editorial Edami, entre 1970 y 1971.

Además, integró el Movimiento Renovador de los años 60 junto a Héctor Negro, Osvaldo Avena y otros. Su tema más conocido es el tango Contame una historia, escrito en 1966 y musicalizado por Eladia Blázquez. Musicalizado también por Eladia, escribió María de nadie. Entre los temas que compuso, se destacan: Romance para una vereda, con música de Edmundo Rivero (h); Cuando no estás conmigo, música de Oscar Cardozo Ocampo; Llanto por Gobbi, música de Arturo Penón; Romanza para un amén y Primer infierno, música de Dante Gilardoni; Triste espejismo, música de Reynaldo Martín; La historia de los dos, Como un tango, Apiolate, Baldío de mi infancia, Me la nombra un bandoneón, Plegaria para un después, letra y música propias.

También fue autor de la bellísima poesía de La ciudad sin ti, con música de Miguel Ángel Figueroa, grabado inicialmente al ritmo del 2×4 por Gaby, “la voz sensual del Tango” en su última producción discográfica y como balada romántica por el grupo chileno Los Ángeles Negros.

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