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Cómo preparar el capuchino perfecto en casa

Del capuchino sabemos que es una bebida que se prepara con café y leche, pero su origen es algo confuso. Las voces populares aseguran que se le dio este nombre por su color, que recordaba mucho al hábito de los monjes capuchinos, un movimiento reformista de los franciscanos surgido en Italia en el siglo XVI.

Pero los primeros en utilizar esta palabra refiriéndose a una forma de servir el café fueron los alemanes: hay constancia de una receta de kapuzinerkaffe (café capuchino, en alemán) del año 1790. En esta se explica que hay que hervir el café, mezclarlo con especias y azúcar, volverlo a hervir, verterlo sobre claras y yemas de huevo, y batirlo todo.

El capuchino que se toma hoy, sin embargo, tiene su origen en Italia, ya que no fue posible preparar la receta moderna hasta que se inventaron las cafeteras que calientan el café y producen espuma, uno de los requisitos de esta bebida tan popular.

Para saborear un buen capuchino, lo más fácil y cómodo es ir a una cafetería y deleitarnos con él. Pero prepararlo en casa no es nada complejo, tampoco conseguir sus ingredientes.

Cómo hacer el capuchino perfecto

El capuchino es una mezcla de café y leche, pero la cantidad de cada ingrediente, al igual que su presentación, no se deja al azar. Generalmente, se prepara con 120-125 ml de leche (la mitad para la espuma) y 25-30 ml de café. Se diferencia del café con leche por su capa de espuma, que es más gruesa.

Así, solamente debe mezclarse el café con 60 ml de leche, y con la restante elaborar la espuma, que echaremos por encima con delicadeza y podemos decorar con cacao o canela.

Si no tenemos una máquina para hacer espuma, existe un truco muy sencillo y rápido que nos sacará del apuro:

  1. Dejá enfriar la proporción de leche que necesites en la heladera dentro de un envase de vidrio (debe tener cierre hermético).
  2. Agitá el envase con energía durante unos 30 o 40 segundos y calentá en el microondas sin tapar durante 20 segundos más. Vas a ver cómo la espuma se acumula en la superficie.
  3. .Vertí la leche que quedó en el fondo del envase sobre el café y luego la espuma. Para que quede más fino, podés ayudarte de una cucharita de café. Espolvoreá cacao o canela ¡y listo!

Los baristas profesionales se atreven a utilizar la espuma como lienzo, haciendo flores, corazones u otros dibujos. Si te gusta que tu capuchino luzca todavía mejor, podés usar plantillas y espolvorear el cacao por encima para hacerlo de forma sencilla.

Fuente: Clarín Gourmet

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