Así operaba la banda de la peligrosa asaltante Violeta Campos

Violeta Elisabet Campos, de 30 años, la asaltante bahiense condenada en 2021 a 7 años de cárcel por una violenta entradera en la casa del abogado Miguel Ángel Asad, sigue detenida en Azul junto con otros tres malvivientes en relación con el robo a mano armada en una joyería de la ciudad bonaerense de Rauch. En las últimas horas se conocieron detalles de la forma de operar que tenía Campos, algo que permite considerarla una delincuente de alta peligrosidad. El delito por el que terminó detenida la bahiense tuvo como damnificado a un familiar del ministro de Seguridad Sergio Berni.

Voceros judiciales consultados por “El Tiempo” de Azul dijeron que los cuatro arrestados quedaron acusados de robo triplemente agravado por ser cometido con el uso de arma, con el uso de arma de fuego cuya aptitud para el disparo ha sido acreditada, en poblado y en banda, en concurso real con portación ilegal de arma de guerra.

Contando con un pedido formulado por Adrián Peiretti, fiscal de la UFI 13 que interviene en la investigación, el juez de Garantías Juan José Suárez, convalidó las detenciones de los acusados: Carlos David Aguirre Silva, un colectivero oriundo de Avellaneda con domicilio en Berazategui y de 35 años; Maximiliano Germán “el Vieja” Zalasar Vicenz, un comerciante de 37 años que tiene residencia en Tres Arroyos; Alan Jonatan Emanuel Giménez, un pintor bahiense de 30 años y Violeta Elisabet Campos (30), una vendedora ambulante también de esta ciudad.

Alrededor de las 16.30 del pasado miércoles se produjo este violento robo, que en Rauch tuvo como víctimas al dueño de una joyería, llamado Francisco César Alessandro, y a su pareja: Blanca Mabel De Benedetto. De Benedetto es la suegra de Sergio Berni.

En circunstancias que el joyero y su pareja se encontraban en el local, ingresaron uno de los varones y Violeta Campos, en lo que fue (según se señala en las actuaciones sumariales) “un plan delictivo programado de antemano” que hacía que otro de los hombres se quedara fuera del negocio y que el tercero esperara a bordo de la camioneta en la que todos huyeron.

Portando un revólver calibre 38 cargado, Campos irrumpió y le dijo al dueño de la joyería y a su pareja “esto es un asalto”.

“Ella puso un trapo y un pedazo de cortina en la boca a la pareja del comerciante para que no gritara, en la previa a empujarla al suelo mientras le seguía apuntando en la cabeza con el arma de fuego, para luego inmovilizarla utilizando unos cables con los que ató sus manos”, explicó el matutino bahiense.