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se dijo en la brújula 24

El crudo relato de una de las sobrevivientes de la clínica del terror

Se llama Valeria Zappacosta y tuvo que atravesar un verdadero calvario. Se contagió Hepatitis C, fue operada y nunca pudo ser madre. “Es algo que llevo conmigo para siempre”, señaló.

Valeria Zappacosta es una de las víctimas de la llamada “Clínica del terror” –se trata del Instituto de Diagnóstico Digestivo de calle Gorriti 371-. Y esta mañana, explicó en LA BRÚJULA 24 cómo transcurre su vida después de tantos años de lucha.

Cabe recordar que los días 5 y 10 de setiembre del año 2012, en el curso de las prácticas de videoendoscopía y videocolonoscopía que se practicaban en dicho establecimiento, el equipo médico no cumplió con los protocolos de desinfección y limpieza de endoscopios y accesorios de sedación consciente en endoscopías digestivas, lo cual produjo el contagio del virus de hepatitis C en seis pacientes. Eso derivó en la muerte de Mónica Graciela García Suárez, ocurrida el 22 de noviembre de 2013, pese al trasplante de hígado que debieron realizarle como consecuencia de ese contagio. Gastón Piazza, Mariano Antonio Palma, Victoria Gaggiotti, Valeria Zappacosta y Mario Engraf, por su parte, sufrieron lesiones graves.

“Un día tenía que hacerme un estudio –endoscopía– y a raíz de eso, que fue en el 2012, empecé con un problema que en un principio pensamos que sería la vesícula, me operaron y hubo una complicación pensando que era otra cosa”, recordó la damnificada ente la consulta del periodista Germán Sasso.

Y agregó: “Mi estudio fue el 5 de septiembre y creo que el 22 me descompuse. El 25 me interné y ahí me operaron. Pero como seguía mal, me derivaron al Italiano. Después se complicó y pensaron que podía ser una obstrucción por otro lado y no reaccionaba, hasta que me llevaron al Privado del Sur para hacerme la desobstrucción. En realidad, el estudio de hepatitis me lo hicieron siempre, por el color amarillo característico de la enfermedad, pero según tengo entendido este virus fue muy agresivo y mutó, por eso no aparecía, no daba positivo en ningún análisis”.

En otro tramo de la nota, Zappacosta recordó el momento en que tuvo contacto con el médico Oscar Gustavo Casalini –ayer se ratificó su culpa-. “Primero me preguntó si me había hecho el estudio y ahí me dijo que en realidad tenía hepatitis, porque se ve que ya se habían empezado a dar los otros casos”.

Pasaron los años, pero su vida nunca fue la misma. “El primer tiempo fue la peor parte, los primeros dos años, porque tuve que hacerme un tratamiento como quimioterapia. Lo más doloroso fue que estaba haciendo fertilización y era crucial por la edad, entonces el tema era que durante dos años no pude continuarlo y de hecho nunca pude quedar embarazada”.

“Yo trato de llevar una vida normal, tengo una alimentación más o menos sana, no tomo alcohol y no como frituras. La hepatitis es algo que lo tengo, soy portadora, y esta enfermedad lo que tiene es que a largo plazo puedo llegar a tener una cirrosis. Por ahí el día de mañana el hígado me va a pasar factura porque quedó enfermo”, sintetizó.

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