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Diez muertos y 30 heridos: un automovilista embistió a una multitud en las calles de Nueva Orleans y luego tiroteó

Ocurrió en las primeras horas de 2025, en un tramo de la famosa arteria Bourbon Street

Nueva Orleans amaneció con una tragedia que empañó las celebraciones del Año Nuevo. Un conductor arrolló deliberadamente a una multitud en la icónica calle Bourbon, causando la muerte de al menos 10 personas y dejando a otras 30 heridas. El hecho ocurrió alrededor de las 3:15 a.m., hora local, en la intersección de Bourbon Street e Iberville, según informaron los medios estadounidenses. La alcaldesa de la ciudad, LaToya Cantrell, calificó el incidente como un ataque terrorista, dejando en claro la gravedad de lo sucedido.

NOLA Ready, la campaña de preparación para emergencias de Nueva Orleans, publicó un mensaje en X advirtiendo sobre la magnitud del incidente y solicitando a la población mantenerse alejada de la zona. Testigos en el lugar describieron escenas de caos y horror. Kevin García, un joven de 22 años, relató a CNN cómo fue testigo directo del ataque: “Lo único que vi fue un camión que se estrelló contra todos los que estaban en el lado izquierdo de la acera de Bourbon. Un cuerpo voló hacia mí”.

El ataque no terminó con el atropello masivo. Según las autoridades, el conductor descendió del vehículo y comenzó a disparar contra la policía. Estas detonaciones fueron captadas en un video grabado por uno de los testigos, aumentando la tensión y el terror entre las personas que se encontraban en la zona. Whit Davis, otra testigo de 22 años, explicó que estaba dentro de un club nocturno cuando ocurrió el incidente: “Todos empezaron a gritar y a correr hacia atrás. Cuando finalmente salimos, la policía nos indicó por dónde evacuar. Vi cadáveres que no podían cubrir y personas recibiendo primeros auxilios”.

La superintendente de la policía de Nueva Orleans, Anne Kirkpatrick, ofreció detalles sobre el ataque. Confirmó que el hombre al volante conducía una camioneta a gran velocidad y con clara intencionalidad de causar daño. “Estaba tratando de atropellar a la mayor cantidad de personas posible”, declaró. Aunque las autoridades aún investigan si el acto tuvo motivaciones terroristas específicas, el gobernador de Luisiana, Jeff Landry, no dudó en calificarlo como un “acto horrible de violencia” y pidió oraciones por las víctimas, sus familias y los socorristas que atendieron la emergencia.

El ataque ocurrió al cierre de las celebraciones de Año Nuevo, justo antes de que miles de personas se congregaran para asistir al AllState Bowl, un importante partido de fútbol universitario en el Caesars Superdome. Este evento, que suele ser motivo de entusiasmo y unión en la ciudad, ahora queda ensombrecido por una tragedia que sacudió a toda la nación.

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