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Putin desafía a Estados Unidos con un "duelo de misiles"

El presidente ruso, Vladimir Putin, lo propuso para demostrar la eficacia del hipersónico Oreshnik frente a los sistemas de defensa estadounidenses.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, propuso este jueves un "duelo" de misiles con Estados Unidos para demostrar la eficacia del nuevo misil balístico hipersónico ruso, conocido como Oreshnik. Putin afirmó que esta arma moderna es capaz de derrotar cualquier sistema de defensa antimisiles estadounidense, intensificando la rivalidad tecnológica y militar entre ambas potencias.

En respuesta al escepticismo de Occidente sobre el Oreshnik, Putin planteó que ambas partes seleccionen un objetivo específico que sería protegido por misiles estadounidenses. "Estamos preparados para tal experimento", declaró el mandatario ruso, subrayando su confianza en la capacidad del misil hipersónico desarrollado por Rusia.

Según el líder ruso, aunque el Oreshnik se basa en desarrollos de diseño anteriores, representa una pieza clave de la tecnología militar moderna. Este misil, disparado por primera vez el pasado 21 de noviembre contra la ciudad ucraniana de Dnipró, ha sido presentado como una respuesta directa al uso por parte de Ucrania de misiles balísticos ATACMS estadounidenses y Storm Shadows británicos, armas utilizadas con autorización de las potencias occidentales para atacar territorio ruso.

Putin calificó el ataque con el Oreshnik como una acción de represalia tras la intensificación de la ayuda militar occidental a Ucrania. Este movimiento subraya la escalada del conflicto en la región y pone de relieve la carrera armamentista que enfrenta a Rusia y las potencias de la OTAN.

La propuesta de un duelo de misiles llega en un momento de tensa relación entre Rusia y Estados Unidos, mientras el mundo observa con preocupación el desarrollo y despliegue de armamento avanzado que podría cambiar significativamente el equilibrio estratégico global.

Analistas internacionales han interpretado esta provocación como parte de la estrategia de Putin para consolidar su liderazgo en el escenario global y reforzar la imagen de superioridad tecnológica militar de Rusia frente a Occidente.

Con información de La Nación

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