Una futbolista profesional jugaba sin saber que tenía seis meses de embarazo

Hasta octubre del años pasado, Leydi Urbina era la goleadora en la primera división del fútbol femenino venezolano. A pesar de que se sentía un poco más cansada al final de los partidos, no prestaba atención a su aumento de peso.

Eso fue hasta que una prueba de embrazo le indicó que tenía seis meses de gestación, así que dejó de jugar inmediatamente.

“Estaba en shock,” recuerda. Ella estaba usando un implante anticonceptivo, sus periodos estaban ocurriendo con la frecuencia normal y no presentaba ninguno de los típicos síntomas, a excepción del aumento de peso.

“Va a ser una buena historia para contarle al bebé algún día. Él estaba completamente involucrado en los juegos de la temperada pasada, tal vez sea un gran jugador también”, aseguró en una entrevista que publica el diario inglés The Times.

Su habilidad para competir estando embarazada sorprendió a los expertos. “Estoy asombrada”, dijo Laura Gutiérrez, parte del equipo médico de fútbol femenino del Getafe en Madrid. “Es la primera vez que escucho de alguien que sea capaz de hacer algo así”.

Gutiérrez detalló que mantener la actividad física es recomendable para las embarazadas, pero no con la intensidad de la alta competencia, pues pone en riesgo tanto a la madre como al bebé.

El fútbol femenino ha ganado popularidad en Venezuela desde que la selección Sub-17 llegó a las semifinales del campeonato mundial en 2016. Muchas de las jugadoras han hecho carrera fuera del país, mientras la que se quedaron se enfrentan a una amplia brecha en el sueldo frente a sus contrapartes masculinos.

Urbina compite con Deportivo La Guaira, que le paga 150 dólares al mes, en una temporada que dura seis meses. En tanto, los jugadores del mismo nivel reciben pagos de 5 mil dólares mensuales.

“Es una discriminación total”, dijo Urbina, quien complementa sus ingresos compitiendo en voleibol, mientras sueña con un contrato en Europa.

Fuente: The Times / Traducción: La Brújula 24