Cinco grandes nuevos personajes que dejó el 2022

El 2022 fue muy variado en materia de series: drama, terror, aventura y humor fueron algunos de los géneros que dejaron grandes momentos, y en cada una de esas historias surgieron personajes que se ganaron un lugar en el corazón del público.

A continuación, un repaso por esos protagonistas que, al menos durante un puñado de episodios, se convirtieron en figuras muy cercanas para los televidentes.

1. Eddie (Stranger Things)

Se supone que una serie que va por su cuarta temporada ya mostró sus mejores cartas. Con un elenco sólido, lleno de figuras fuertes (y otras no tanto), los fans de Stranger Things tenían hace rato una lista armada con sus protagonistas favoritos. Y si bien los creadores de este título, los hermanos Matt y Ross Duffer, siempre procuraron agregar más caras en cada nueva tanda de episodios, nadie anticipó el terremoto de euforia y emoción que iba a provocar Eddie Munson (Joseph Quinn).

Eddie hace su debut en el primer episodio de la cuarta temporada. Él es un freak amante del heavy metal y de los juegos de rol, un marginado sumergido en un contexto en el que la popularidad se mide en peinados vistosos y partidos de fútbol americano.

Y aunque esta ficción transcurre en los ochenta, Eddie es un personaje atemporal, un héroe que si viviera en estos días, pasaría sus horas leyendo historietas y jugando con cartas Magic y llevando como medallas que definen sus principios esos hobbies que despiertan prejuicios y burlas. Su seguridad y desparpajo, son la cáscara de este personaje que se convirtió en uno de los mayores emblemas de Stranger Things.

Eddie no solo tiene una de las escenas más poderosas de toda la serie (“¡Master!, ¡Master!”), sino que también hizo de la marginalidad su encanto. A través de este héroe, los Duffer le escribieron una carta de amor a la impopularidad, a esos chicos que en los colegios son tildados de nerds, pero que tienen una nobleza y una valentía con la que los populares apenas pueden soñar. Por eso y mucho más, larga vida a Eddie.

2. Eliseo (El encargado)

De una u otra manera, muchos personajes de Guillermo Francella tienen eso que, de forma algo imprecisa, muchos resumen en llamar “el ADN argentino”. Sus gestos, latiguillos y entonaciones se viralizan para integrarse al diccionario no escrito de la lengua argentina. Es innegable que el actor destruye los límites de la pantalla, y su carisma toca una fibra que el público reconoce como el de un amigo.

Francella logra de ese modo algo muy atípico, que es darle a sus personajes algo de sí mismo, sin prohibirles a cada uno de ellos una esencia distinta. De esa manera, el actor une a Extermineitors, a Pepe Argento y a Pablo Sandoval a través de guiños reconocibles, aunque todos sean tremendamente distintos entre sí. Y su Eliseo de El encargado es la última incorporación a ese universo francelliano.

En la serie de Mariano Cohn y Gastón Duprat, el actor compone a un encargado ventajero y cínico, pero también capaz de tener discretos gestos de nobleza. Dueño de una moral imprevisible, Eliseo lucha por no ser víctima, aunque se sabe victimario. Es un personaje encerrado en una contradicción permanente, que generó en los espectadores argentinos una empatía notable.

Nadie hubiera sido un mejor Eliseo que Guillermo Francella, y su impronta única le dio a ese encargado múltiples colores (algunos brillantes, otros más oscuros). Se trata de una ficción hecha a la medida de Francella, y una reivindicación del humor como una herramienta de alcances infinitos.

A Eliseo lo rechazamos y lo aplaudimos por igual, y nos cae mal hasta que aparece alguien peor que él. Y quizá por eso es que este personaje entusiasma tanto: porque a pesar de sus miserias, ahí escondido, también tiene algo que se asemeja a un corazón.

3. Jeffrey Dahmer (Monstruo: La historia de Jeffrey Dahmer)

Resulta extraño incluir en una lista de ficción a un personaje basado en una figura real, pero es indudable que Jeffrey Dahmer fue uno de los íconos televisivos más comentados del año. Se estima que Dahmer mató al menos a 17 personas y llevó a cabo todo tipo de actos atroces, entre los que se encuentran el canibalismo y la necrofilia.

La miniserie producida por Ryan Murphy acerca de quien es considerado uno de los mayores asesinos seriales de Estados Unidos, fue un verdadero éxito, cuyas impactantes escenas coparon las redes sociales.

Una vez más, Murphy demostró su ojo clínico en materia de contar historias que tocan una fibra sensible en la opinión pública. Claro que, como era de esperar, la popularidad de esta ficción levantó varias ampollas, especialmente entre los familiares de las víctimas, que acusaron a la producción de frivolizar a la figura del asesino y revictimizar a quienes murieron en sus manos.

En realidad, La historia de Jeffrey Dahmer juega con humanizar al monstruo, aunque más inquietante aún es la morbosa fascinación que Dahmer despertó en un sector de la sociedad. Y ahí es donde se encuentra la verdadera incomodidad que esconde esta miniserie protagonizada por Evan Peters.

4. Merlina (Merlina)

Quizá nadie esperaba grandes resultados, sin embargo, Merlina se ubicó entre los títulos más populares del año. Producida por Tim Burton, esta serie reversiona a la hija de la familia Addams como la estudiante de un instituto en el que abundan las amenazas sobrenaturales. A pesar de presentar una historia con altos y bajos, este relato de influencias que combinan a El mundo oculto de Sabrina, algo de Harry Potter y un toque a la Scooby Doo, encuentra en Jenna Ortega su principal gancho.

En la piel de la apática protagonista, la actriz entrega una interpretación que desborda carisma y, sin demasiadas gesticulaciones, Ortega le da vida a un personaje que se convierte en la heroína más inesperada. Merlina fue de las grandes sorpresas del 2022, y para medir su popularidad alcanza con descubrir los mil homenajes en redes a esa inolvidable escena de baile musicalizada por los enormes The Cramps.

5. Carmy (El oso)

Apenas ocho episodios necesitó esta serie para entrar en prácticamente todas las listas que destacaron a lo mejor del año. El oso destila una adrenalina áspera, de grasa pegada en hornallas y cámaras eufóricas al ritmo de esa pesadilla de cocina. Y en el centro de ese mundo se encuentra Carmy (Jeremy Allen White), un prestigioso chef que abandona las mejores cocinas, para dirigir un pequeño dinner, símbolo de lo único que consiguió en vida su hermano fallecido.

Y bajo esa premisa, el protagonista lleva adelante mil batallas, en las que debe educar a cocineros desencantados con su oficio, demostrándoles su madera de líder, y en ese proceso busca reconciliarse con la trágica decisión de su hermano.

Carmy se aferra a un barco a la deriva que amenaza con matarlo (literal y simbólicamente). Todo lo que puede salir mal, le sale mal, pero el remontar ese negocio lo convierte en un héroe romántico, en un contexto que desborda cinismo. Carmy sufre ese amor que siente por la cocina, esa pasión que se le impregna en la piel, como esos tatuajes que sugieren el caos de un pasado desprolijo.

El oso es una serie que tiene más prestigio que visionados en streaming pero, sin embargo, es un título que nos regaló a uno de los protagonistas más fascinante de los que debutaron en este 2022.

Fuente: La Nación