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House of the Dragon: mucho más que un bautismo de fuego

El universo medieval de George R R Martin, vuelve a la pantalla de los hogares con el inicio de una saga inolvidable.

Por Fernando Quiroga / Especial para La Brújula 24 / Miami, Florida, EEUU

Acaba de estrenarse a nivel mundial la precuela de Game of Thrones. El nombre, como ya lo saben es “House of the Dragon”, y resume claramente, la pompa y el orgullo del apogeo de la casa Targaryen; una de las emblemáticas familias de la serie original. 

Hay que ser justos… la realización hace gala en recuperar suntuosamente el animus de la tira fundadora, lo que tal vez no habría sido así; no sólo por tratarse de un producto audiovisual diferente, sino porque HBO también podría haber decidido otro camino para abordarlo. Las precuelas, suelen tener grandes aciertos (en el caso de STARWARS, Episodio II y III tuvieron esa naturaleza respetable y ampulosamente permitida; no así Episodio I) por lo que los fans más ortodoxos esperaban, tal vez con los ojos ligeramente cerrados y mueca de accidente, que derrape en algún punto… no sólo no fue así, sino que la tira se sienta, con gloria y armonía, en el trono de hierro que le pertenece como la producción épica sin precedentes en la televisión.

En cada segundo de su primer capítulo (objeto de juicio indiscutido), la realización retoma el poder y la magnificencia de la serie original, basada en el relato de George R. R. Martin. Es imposible no verla y sentir la vuelta inexorable de Game of Thrones, como así también es accesible para cualquiera que no haya visto jamás las disputas camino a King´s Landing. Dragones surcando los aires, las fortalezas en pie, el orgullo de las familias de blasón, todo… pero en el ayer.

Ambientada 174 años antes del nacimiento de Daenerys Targaryen, el guion se desplaza en el apogeo de la casa de los dragones; los Targaryen gobiernan los siete reinos y una lucha interna en la familia de los blondos pone en jaque no sólo la gobernabilidad, sino el equilibrio del mundo conocido.

Con un presupuesto de 20 millones de dólares por capítulo (promedio) la saga recrea con exquisita labor conceptual, el universo medieval que estamos acostumbrados a ver; cada casa, cada estandarte, cada yelmo, guarda una reminiscencia futura que parece adivinar que todo lo que vendrá (descarnado…) realza la calidad de lo actual.

Impactante e imperdible.

No se la pierdan, cada domingo a las 21:00 en HBO Max.

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