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tras un cumpleaños

Habló la mujer abusada mientras dormía en Punta Alta: “Quiero justicia”

La mujer hizo un pormenorizado relato del calvario vivido luego de la reunión. “No le deseo a nadie lo que me tocó vivir”, sentenció.

La mujer que denunció haber sido abusada en el interior de una vivienda ubicada en Punta Alta, luego de lo que fueron los festejos de un cumpleaños, pidió que se haga justicia y que el acusado pague por lo que le hizo.

“Estoy destrozada, no se lo deseo a nadie, más allá de tener la posibilidad de contarlo”, afirmó la víctima, al inicio de su charla con Radio Rosales.

Sobre el episodio puntual, relató: “Éramos 6 o 7 personas. Nos juntamos ese sábado a la tarde, donde compartimos con gente allegada a la familia; hasta ese momento éramos solo amigos y allegados. A la noche hicimos algo de comer con amigos y esta persona no fue invitada; aparece como a las doce de la noche, porque vio el estado de mi esposo en WhatsApp que estábamos pasándola bien y se sumó al festejo con su señora”.

Luego de ello, según la transcripción que hizo el portal El Rosalenio, agregó: “Pasadas la madrugada, me quedo compartiendo algo con mi marido, él y su esposa. Como me sentía cansada, al otro día tenía compromisos y además tengo una adolescente con discapacidad que debo atender, me fui a dormir a mi habitación. Todos sabían que mi marido se iba a las 5 de la mañana al campo. En ese momento se quedan mi esposo, él y su señora; mandan a comprar bebidas por delivery para seguir compartiendo, toman unas latitas de cervezas y mi marido le dice que se retiren porque se debía ir. Se va con su esposa, la deja y vuelve; le dice a mi marido que quería tomar otra cerveza más y mi marido le dice que sí y que después se vaya porque él debía irse al campo”.

Tras esa situación, la mujer describe que en su habitación tiene una cama de una plaza donde duerme su hija de 17 años, quien tiene una discapacidad.

Al contar el hecho puntual de abuso que sufrió la mujer, comentó: “Él vuelve a mi casa cuando mi marido no estaba, e ingresó a mi vivienda. Yo me despierto como a las 7 de la mañana, con esta persona arriba mío, tapándome la boca. Yo no podía gritar ni zafarme de él porque es una persona morruda, es grandote. Además, yo quería zafarme porque escuchaba que mi hija lloraba y gritaba por la situación de escucharme a mí estar en peligro y no podía zafar”, contó.

“Cuando trato de zafarme de esta tortura tirándole un vaso, me decía que no iba a decirle a nadie sobre lo que pasó y me amenazaba constantemente. Yo traté de zafar, me sentía ahogada. Después de eso se fue por la puerta del frente que estaba cerrada y que se abre del lado de adentro” sostuvo.

Al cierre, confirmó que al hombre de 31 años, “lo conocíamos desde que llegamos a Punta Alta, hace unos 4 años. Conocemos a su mujer y a sus hijos. Las pruebas están. Esta es mi verdad.

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