El caso de la mujer que veló a su hijo por error

Por Augusto Meyer / Redacción de La Brújula 24

Hace 24 años, Rita Inés González protagonizó un caso con repercusión más allá de las fronteras de Bahía. Hasta medios de otros países se interesaron por lo ocurrido en esta ciudad en marzo de 1998.

En una casa de servicios fúnebres del centro bahiense Rita velaba a quien creía era su hijo, Robinson Segundo González, de 22 años. El cadáver había sido el resultado de un confuso incidente ocurrido en el barrio El Nacional.

Hasta que la Policía determinó que el occiso era Raúl Ernesto Pérez, de 25 años, todo fue una insólita confusión.

Fue a su propio velorio a decir que estaba vivo

La verdad del caso se develó cuando Robinson González se presentó en la sala velatorio junto con un familiar que, previamente, preparó el ambiente para evitar un shock emocional de los presentes.

En la morgue judicial, la pareja de Rita había reconocido como de Robinson el cuerpo de un joven que acribillaron a balazos en Remedios de Escalada al 3400.

Mismos tatuajes, bigote y barba

La mujer recibió el llamado telefónico de quien decía ser su hijo, pero creía que era una broma de mal gusto que le estaban haciendo y se enojó.

“Son dos gotas de agua. Para mí, el joven que estaba velando era mi hijo”, dijo la mujer a La Nueva Provincia, y tratando de hallar una justificación, agregó: “Tenía los mismos tatuajes, el bigote y la misma barba de mi hijo”.

Robinson estaba tan sorprendido como el resto de sus familiares por lo sucedido, y también molesto por el hecho de que su propia madre no creyera que él estaba con vida.

“Soy yo, mami, ¿vos estás mal que me estás velando?”, le recriminó cuando habló por teléfono desde el lugar donde participaba de un festejo de cumpleaños.

“Hasta que me lo trajeron a mi hijo no podía creer. Lo abracé y le di un pellizco”, dijo la mamá.