Créditos UVA: “Fue una ilusión que terminó siendo una estafa para la gente”

El sueño de tener casa propia o un auto gracias a un crédito UVA se convirtió en una pesadilla para los deudores que cada mes ven con terror cómo suben sin parar las deudas que adquirieron.

“Fue una ilusión que terminó siendo una estafa para la gente”, afirmó Fernando Errecalde, uno de los bahienses afectados por esta situación financiera, quien junto con otros de todo el país exigen una respuesta que les alivie esta enorme carga económica. “Es una situación grave, para todo el universo UVA, no solo los hipotecados, todos viven ahogados para poder pagar la deuda”, agregó en el programa Nunca es Tarde, que se transmite por La Brújula 24.

Errecalde comenta que después de más de 20 años alquilando, tomó la opción de este tipo de crédito y en abril de 2018 tomó un préstamo por 2.200.000 pesos. Como el capital de esta deuda sube con la inflación, con la suba que se desató unos meses después, al día de hoy debe 8.500.000 pesos.

Esto se ve reflejado en los pagos mensuales que tiene que hacer. Recuerda en que septiembre de 2018 pagaba $14.000, pero ahora tiene que cumplir con $49.000 mensuales. “Y no solo eso, sino que el capital aumenta aumenta $370.000 mensuales”, señaló con preocupación.

Errecalde reconoce que el actual gobierno nacional ha sido empático con los damnificados por los créditos UVA, pero todavía no se resuelve el fondo del asunto. Se refiere al congelamiento en marzo, que ya veía del gobierno anterior (previo a las elecciones) y la promesa de que se recalcularían los pagos usando el coeficiente de variación salarial (lo que no se ha cumplido).

“Estamos exigiendo salir del sistema, porque claramente vivimos en un país inflacionerio y somos consientes de eso. Además, el congelamiento de la cuota y prorroga de la cuota que no lo pagás ahora y lo pagás al final del crédito”, señaló sobre las medidas que esperan.

“Hay que solucionar el problema de fondo, que dejen de aumentar de forma sideral los pagos. Esperamos que la prensa nos ayude y que los políticos nos escuchen”, concluye Errecalde.