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La reflexión de un referente en psicología

“La inflación nos hace pobres de bolsillo y de espíritu”

Carlos Graiño analizó el impacto emocional de la falta de dinero. “Genera estados de angustia y ansiedad”, aseguró.

La inflación golpea más allá del bolsillo. El dato frío de que los precios en el país subieron 25,3% tiene un efecto psicológico que se aprecia en el día a día y no solo cuando se publica la cifra. “Conjuntamente con la pandemia es el tema que más preocupa a los argentinos, y se nota en las consultas, la gente está muy preocupada”, aseguró el psicólogo Carlos Graiño.

“La inflación es una maquina de hacer pobres, eso está demostrado, no estoy descubriendo nada ni poniendo ningún color de bandera política. Hace pobres de bolsillo y de espíritu también”, dijo el experto en el programa Nunca es Tarde, que se transmite por La Brújula 24.

Graiño afirmó que “desde el campo de la salud mental y la psicología el hecho de que la plata no alcanza, es un tema de conversación diario”.

El psicólogo aseguró que los problemas relacionados con el dinero, como la inflación o la falta de empleo, “genera estados de angustia y ansiedad, frustración, agresión y por eso la gente está tan mal que explota por cualquier cosa”. Explicó que “la frustración es la antesala de la agresión: una persona frustrada por alguna situación o se deprime y se mete para adentro de sí; o directamente explota por lo mínimo de lo mínimo”.

Desde el punto de vista de la salud mental Gariño detalló que por un lado es preocupante que cada vez sube más la cantidad de personas que no pueden acceder a los tratamientos y por otro, la misma situación de los médicos especialistas que se enfrentan también a la realidad del rezago en el cobro de las consultas.

“En el pasillo hablás con los colegas y observás cómo aumenta la demanda, pero estás cobrando honorarios que no los podés mover desde hace más o menos un año”, afirmó y agregó que desde el lado del paciente es “muy difícil trabajarlo, porque no podés dejar a la gente sin contención. Hay quienes necesitan dos sesiones semanales, porque están pasando por una crisis de ansiedad muy grande y ahora me dice que no puede pagar por la dos”.

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