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Opinión

Solo tengo palabras de agradecimiento a todo el sistema sanitario

Por Maximiliano Núñez, Director de Región Sanitaria I

A casi un año y medio del inicio de la pandemia a nivel global, no es fácil hacer un balance, ya que aún la estamos transitando, padeciendo. Cuando inicie mi gestión como director de Región Sanitaria I, tracé una agenda de trabajo y objetivos para estos años que era mil por ciento distinta a la actual. Ni falta hace decir que la pandemia trastocó todo en nuestras vidas: lo cotidiano, lo familiar, lo laboral, lo económico.

Creo que además de la cuarentena inicial, que nos permitió ganar tiempo para adecuar y fortalecer un sistema de salud con muchas carencias, fueron muy importantes las campañas de prevención y las intervenciones en los medios, con las que quisimos llevar tranquilidad, informando qué hacer para cuidarnos y cuidar a los demás a medida que se iba sabiendo más sobre el virus. Y por supuesto, fue fundamental la conducta de la mayoría de los argentinos, que tomaron conciencia aun cuando circulaban mensajes de todo tipo, llamando a no cumplir con los cuidados, proponiendo tratamientos sin ningún tipo de comprobación científica, sembrando dudas sobre las vacunas o llamando directamente a no vacunarse, de manera irresponsable.

A pesar de todo ese clima adverso, se puso en marcha en la provincia de Buenos Aires el plan de vacunación más grande de su historia. Con una población de 18.000.000 de habitantes, la logística que se requiere para implementar una campaña de vacunación como la que se lleva adelante en la provincia de Buenos Aires no es comparable a la de ninguna otra jurisdicción. Y es posible gracias a la responsabilidad con que ha asumido la campaña cada estamento de los gobiernos nacional y provincial, y por sobre todas las cosas, gracias al compromiso de todas las personas que nos acompañaron, acompañan y participan del operativo.

Hoy en Bahía Blanca llevamos aplicadas 145.120 dosis de las vacunas y en Región Sanitaria 338.971 dosis. El ritmo de vacunación no sólo no ha decaído en ningún momento, sino que se ha incrementado. Y en cada puesto de vacunación lo que se ve son escenas muy emotivas, de alivio, de tranquilidad, de agradecimiento a los vacunadores.

Solo tengo mensajes de agradecimiento a todo el personal del sistema sanitario, público o privado, hospitalario o no, que se puso al hombro la situación y enfrentó la pandemia con valentía más allá del desgaste y cansancio que han padecido, y a las autoridades del Hospital Naval Puerto Belgrano, que nos abrieron las puertas y permitieron sumar camas en momentos en que se necesitaban. Aunque todavía falta, y es necesario seguir cuidándonos y actuando con responsabilidad, se percibe la esperanza de que la pandemia comienza a llegar a su fin, y que podremos dejar atrás este año y medio tan difícil, que será, para todos y todas, imborrable.

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