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INFORME ESPECIAL

Actividad física y alimentación sana: el clásico desafío antes del verano

Por la pandemia, la tentación de caer en el sedentarismo se convirtió en uno de los máximos retos para los bahienses. Las clases de running por Zoom. La importancia comer saludablemente. Y los riesgos de sufrir lesiones por un entrenamiento inadecuado.

Por Leandro Grecco – redacción de La Brújula 24
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“Tendríamos que empezar a cuidarnos”, “por qué no empezamos una actividad física”, “salimos a caminar” o “hagamos una dieta” son algunas de las frases que retumban en el subconsciente de los bahienses, una voz que gana potencia en vísperas al verano, cuando el factor climático acompaña, pero las ganas de compartir una comida con nuestros afectos en ocasiones terminan imponiéndose.

Es por eso que LA BRÚJULA 24 “se tomó el trabajo” de indagar en las conductas de los ciudadanos que le ponen el pecho a la situación, en un contexto inusual por la pandemia que, en definitiva, no es excusa válida para postergar el mero hecho de adquirir hábitos saludables.

Como es habitual, la opinión de los especialistas le brindan el marco teórico a este artículo que no persigue otro objetivo que no sea visibilizar las bondades del entrenamiento, encarado desde la responsabilidad de conocer las limitaciones personales y acompañado de una alimentación que permita ver los frutos del sacrificio en el corto o mediano plazo.

La necesidad de evadirse de la rutina encuentra en el aire libre un aliado ideal y la leyenda que falsamente postula que una nutrición saludable lejos está de convertirse en sabrosa y apetecible son pilares fundamentales de las líneas que continúan en esta nota periodística. En definitiva, los hábitos que se incorporan hoy, tendrán sus efectos positivos el día de mañana.

Los runners se multiplican y siguen ganando adeptos

En los últimos años, los grupos de running han ganado terreno en Bahía Blanca. Y no necesariamente por un aluvión de personas que opten por ganar la calle para adiestrar. Por el contrario, se produjo una suerte de “formalización” de dicha disciplina, aspecto que se convirtió en una salida laboral para los profesionales que encontraron en esa demanda de quemar calorías, la posibilidad de ofrecer, al mismo tiempo, un espacio donde las personas puedan socializar.

Julieta Mendoza es una conocida profesora de educación física que está al frente del grupo denominado Go Running y, en diálogo con la redacción de este diario digital reveló el proceso que transita la disciplina en pandemia, contexto inesperado allá por los primeros días de 2020 que les permitió reinventarse, más allá de las vicisitudes e inevitables restricciones.

“En los meses de mayor aislamiento, aquellas personas más replegadas, amantes de permanecer en la comodidad de su domicilio desearon involucrarse en el entrenamiento y comenzaron algún tipo de actividad física. Sin embargo, lo peligroso de esto es que no muchos recurrieron a profesionales de la Educación Física, sino que su entrenamiento fue mediante rutinas de influencers por redes sociales. No obstante, para los y las amantes del ejercicio al aire libre, en los primeros momentos del confinamiento el impacto fue negativo”, mencionó Mendoza, rompiendo el hielo de la conversación.

Julieta Mendoza.

Y lo argumentó con un claro ejemplo: “La suspensión de distintas pruebas atléticas ocasionó traumas desde lo anímico. A tal punto que muchos de quienes participaban usualmente de competencias pedestres se alejaron de la actividad o entrenaron de forma más esporádica. A ello se le debe sumar el temor de salir al exterior por la pandemia, algo que propició que aparezcan otras enfermedades asociadas al sedentarismo. Y la falta de controles médicos anuales, entrevistas a especialistas de la salud cardiovascular, transformó esta suma de factores en un “combo explosivo”. Es allí donde radica la importancia de la actividad física, sinónimo de salud”.

“Cada persona en su entrenamiento tiene objetivos y el encierro imposibilitó la realización de los mismos”

“Las clases por Zoom no reemplazan al 100% la efectividad que tienen los encuentros presenciales. La tecnología facilitó la vinculación con los alumnos y utilizar otras estrategias de enseñanza, pero, muchos detalles se pierden. Poder corregir técnicas para evitar lesiones, el espacio reducido frente a una pantalla que limita la posibilidad de llevar a cabo algunos ejercicios, fueron contraproducentes. La grupalidad permite otro tipo de actividades motrices”, lamentó, a sabiendas de que la llegada de la vacuna permitirá acercarse a aquella antigua normalidad.

Por último, sobre la predilección de sus entrenados, diferenció: “Muchos alumnos prefieren volver a la presencialidad de los entrenamientos, tomando recaudos. También están quienes optan por continuar de manera virtual. Queda a criterio del profesor con qué modalidad imparte sus clases. Muchos de ellos continúan presentando las dos opciones; es decir, por más que se habiliten las actividades en gimnasios o al aire libre, se aclimataron con realizar los trabajos físicos desde el living del hogar”.

La importancia de la dieta en el estado físico

Si bien existen las excepciones, no es necesario tabular datos duros para llegar a la conclusión de que quienes toman la decisión de dar un vuelco a su vida para alcanzar un peso que lo aleje del riesgo de contraer enfermedades vinculadas con la obesidad disfrutan la actividad física por sobre el otro ejercicio para el cual el sacrificio es mayúsculo y está vinculado con el hecho de aprender a “cerrar la boca”.

No obstante, en la actualidad aparecieron diferentes opciones para contrarrestar el hecho de lo que comúnmente se conoce como pasar hambre. Con relación a la importancia de brindarle al cuerpo con los alimentos saludables que requiere cualquier ser humano, la Licenciada en Nutrición y profesora de yoga, Joselina Schoenfeld Otarola, desarrolló la materia en la que se especializa, pretendiendo generar conciencia y el clic que todos necesitamos para comprender la importancia de hacer un cambio de hábito.

“La pandemia ha permitido conocer la conducta de las personas en un contexto inédito. Muchos de quienes me consultan han direccionado sus hábitos hacia lo saludable y otros que durante la cuarentena consumieron productos ultraprocesados que antes no ingerían y que al darse cuenta de la baja de energía, de cambios en el estado de ánimo y problemas de salud que esto conlleva, decidieron retomar la dieta sana”, manifestó Schoenfeld Otarola, ante la primera de las consultas de LA BRÚJULA 24.

Joselina Schoenfeld Otarola.

En ese sentido, lo describió del siguiente modo: “La alimentación es el combustible de nuestro cuerpo, si es de mala calidad, este último será menos eficiente; Por eso la vuelta al ejercicio debe estar acompañada de una alimentación de calidad y bien nutritiva, ser gradual y adaptada a la condición física y estado de salud”, al tiempo que agregó: ”El cuerpo humano posee la capacidad de adaptación, lo que se dice ‘tiene memoria’ pero es necesario comenzar con ejercicios suaves como caminar diariamente, realizar ejercicios de estiramientos, elongación, de yoga, y luego reiniciar el ejercicio físico que antes se realizaba”.

“Reiniciar la práctica de forma brusca y con altas intensidades sin prestar atención en incorporar alimentos de buena calidad, puede ocasionar lesiones deportivas o problemas cardiovasculares. La actividad física realizada responsablemente, teniendo en cuenta otros factores como la nutrición y el descanso, nunca es contraproducente”, sostuvo la licenciada y profesora.

Foto: Pablo Noir - La Brújula 24.

Al ser consultada sobre cuestiones prácticas, detalló que “se debe prestar más atención a los alimentos reales haciendo hincapié en las frutas y verduras, fuentes de nutrientes, fibra y agua, cereales integrales, legumbres y grasas saludables como semillas, frutos secos y aceites vegetales; es fundamental dejar a un lado los productos ultraprocesados, es decir, los paquetes de galletitas, los fiambres y embutidos, los snacks, las gaseosas y golosinas. Estos aportan excesiva cantidad de azúcares, sodio, grasas de mala calidad y sustancias que pueden alterar nuestro estado de salud y hacer menos eficiente nuestra actividad física”.

“Durante el ejercicio, los músculos producen calor que debe eliminarse en forma de sudor para mantener la temperatura corporal, es por eso que en verano aumenta el requerimiento de líquido. Una correcta hidratación vendrá de la mano del agua, y como otra opción aguas saborizadas con frutas en trozos o exprimidas, licuados, helados de fruta caseros”, enfatizó Schoenfeld Otarola.

“Se recomienda hidratarse antes, durante y después del ejercicio, sin esperar a que la sensación de sed aparezca”

Quienes tienen como enemiga a la balanza, a la que consideran una mala palabra, tienen un desafío aún mayor, aunque no por eso imposible de superar: “En el caso de personas con sobrepeso, además de decidir comenzar una actividad física, es esencial evaluar con un profesional de la nutrición su alimentación para personalizarla a su objetivo, condición física y de salud. Tanto para recuperar sus energías como saciar el hambre, se debe tener al alcance alimentos de buena calidad, nutritivos, con buen aporte de vitaminas, minerales, fibra y agua como lo son aquellos nombrados anteriormente, una buena organización en la alimentación, evitar los famosos picoteos y comer a conciencia”.

“Los productos ultraprocesados con su exceso de nutrientes que se asocian a enfermedades crónicas no transmisibles como sobrepeso y obesidad, diabetes, hipertensión no son una buena opción. Ser consciente de que las dietas estrictas no sirven y terminan algún día, en cambio es vital generar un estilo de vida saludable, aquel que reúna: una actividad física regular que se disfrute, una alimentación nutritiva y un descanso reparador para repetir estos factores al día siguiente”, concluyó.

El cuerpo habla… y sufre

No cualquiera puede lanzarse a un entrenamiento sin antes ser planificado. Cada cuerpo tiene su realidad, un pasado y, sobre todo, una actualidad que debe ser considerada, a partir de, por ejemplo, la masa muscular como uno de los ítems a contemplar previo a un trabajo físico. Así lo puntualizó el licenciado Santiago Agustín Navarro (MP 7094), kinesiólogo bahiense, quien amablemente se prestó a brindar sus conceptos sobre la aparición de molestias físicas.

“Volver de una inactividad no implica regresar a un entrenamiento con la misma intensidad que previo a lastimarse. Es allí cuando aparecen los dolores tendinosos y musculares, se carga el cuerpo de diferentes maneras por falta de fuerza en el glúteo y termina generándose un estrés en otros sectores. Eso deriva en molestias en las rodillas, como también las fascitis plantares que se deben a una sobrecarga en el gemelo”, mencionó Navarro, durante la entrevista con este diario digital.

Santiago Navarro.

A partir de ello es que admitió una de las más recurrentes problemáticas, algo en lo que poco a poco se está generando una conciencia social: “Los profesores cuando indican las actividades deben contemplar el estado físico del alumno. Es allí donde cobra importancia la relación entre kinesiólogo y entrenador, que es algo poco frecuente”.

“Los tratamientos más frecuentes comienzan con una correcta evaluación del paciente, observar de dónde proviene el dolor, cuál es el músculo o la articulación que provoca la molestia. Por ejemplo, en un dolor de rodilla suele estar originado por una falta de fuerza del glúteo o la cadera porque la persona corre mal desde el punto de vista de la mecánica y sobrecarga el músculo tensor de la fascia lata”, recalcó el kinesiólogo.

Y apuntó hacia otra de las dolencias más recurrentes: “Cuando hablamos de molestias en el tendón de Aquiles y repercute en la planta del pie, los médicos pueden suponer que es una fascitis plantar, la cual puede provenir del propio pie, o bien desde un gemelo sobrecargado por un esfuerzo físico para el cual uno no estaba preparado”.

“Las lesiones son mayormente musculares por falta de reacondicionamiento o de un ingreso a las actividades de manera progresiva”

“En líneas generales, trabajamos en el reacondicionamiento muscular con calor profundo para relajar y aumentar la oxigenación de los tejidos, masajes y flexibilización del área comprometida. Si el dolor es muy intenso, se realiza un trabajo con otros equipos de fisioterapia”, concluyó Navarro.

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