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coronavirus

Una recorrida por los hospitales: sin colapso, pero con “tensa calma”

Los directores de los nosocomios de la ciudad detallaron la capacidad de camas, respiradores y recurso humano para hacer frente a la pandemia.

El comunicado de la Sociedad de Medicina Interna de Bahía Blanca dado a conocer a última hora del domingo en el cual se expuso la crítica situación del sistema sanitario, sumado al video que grabó el director del Hospital Municipal (Gustavo Carestía) donde anunció la suspensión de internaciones por, al menos, una semana encendió la luz de alerta entre los vecinos.

LA BRÚJULA 24 conversó esta mañana con los directores de tres de los nosocomios privados de la ciudad, quienes expusieron su realidad, coincidente aunque con matices en cuanto a la disponibilidad de camas, respiradores y profesionales, más allá del estado de alerta en el que se encuentran y las críticas por la falta de reactivos para poder diagnosticar el COVID-19 con más celeridad.

“Hay camas disponibles y ya volvió el personal aislado”

Jorge Fernández Lovell, del Hospital Español, detalló que “se está trabajando casi normalmente, tenemos camas ocupadas, pero también hay lugares disponibles para recibir pacientes. Dividimos el hospital porque hay patologías que no se pueden desatender”.

“Hay tres camas COVID en la guardia para recibir al paciente y aislarlo, también allí hay una cama más para embarazadas con síntomas. Y en el tercer piso hay otras 26 para los casos sospechosos o positivos, divididas entre sí. Y lo mismo ocurre en el área de terapia intensiva”, explicó Fernández Lovell, con relación a los recaudos que se fueron tomando para evitar contagios intrahospitalarios.

Con relación al cuadro de situación a la fecha, sostuvo: “En este momento tenemos 10 camas COVID ocupadas. Estamos bien, existe disponibilidad de internación y el personal que había sido preservado hace diez días por tener contacto con personas portadoras del virus ya ha regresado casi en su totalidad. No fue un brote, ni siquiera se gestó el contagio en el interior del hospital, teniendo en cuenta que hay circulación comunitaria”. 

“No obstante, hay dificultades para entregar los resultados de los testeos. La gente que siente algún malestar no dejó de acudir a las consultas. Hemos separado la guardia en dos sitios, más allá de que algunas personas tengan temor. Ocurrió el caso de una persona que sufrió una fractura de cadera, se le hizo el hisopado y dio positivo sin saberlo”, mencionó en otro segmento de su testimonio radial

Con relación a la situación planteada horas atrás por la Sociedad de Medicina Interna de Bahía Blanca, no vaciló en asegurar que “partimos de la base que el personal de salud es un recurso que puede agotarse. Se habla de colapso de camas y quien lo menciona se olvida que cuando uno va a los cursos de catástrofes se acaba la comodidad de una habitación simple. Se pueden instalar hasta tres camas en una habitación o hasta en los pasillos. Jamás tuvimos algo así y hay variantes para una contingencia. Para el colapso hay mucho camino para recorrer”.

“Colapso sería que los pasillos de los hospitales estuviesen llenos de pacientes o la sala de espera estuviese colmada. No puedo decir qué tan lejos estamos de esta situación porque el virus es nuevo para nosotros, estamos aprendiendo sobre la marcha”, concluyó Fernández Lovell.

El pacto tácito de colaboración entre todos los hospitales

A su turno, Francisco Nardelli, al frente del Hospital Italiano, explicó a este medio la coyuntura a esta hora, con un panorama dinámico en cuanto a la capacidad para recibir pacientes, explicando que lejos están de estar saturados, con todo lo que ello implica.

“Hoy, el problema no son las camas, la capacidad global de los hospitales sigue teniendo una disponibilidad de 50%, al igual que los respiradores. Nosotros estamos en un nivel de ocupación de algo más del 60% porque al haber hospitales con brotes internos, recibimos derivaciones. Lo que preocupa es el recurso humano. Estamos muy preocupados en evitar los contagios hospitalarios que podrían dejar sin capacidad de atención a los pacientes que lo requieran”, mencionó Nardelli, al inicio de su charla con el periodista Germán Sasso.

No obstante, planteó una problemática que se repite: “También se complica la falta de insumos médicos para terapia intensiva y gente que requiera asistencia respiratoria. Los pedidos no llegan, están escaseando”, al tiempo que añadió: “Incluso hay un faltante de reactivos que hace que se ocupen camas con personas que no requieren internación. Son contingencias que agravan la situación. Tenemos pocos sospechosos porque ampliamos los análisis con el laboratorio propio y otros externos, pero si no llegan los reactivos, los resultados podrían demorar hasta 48 horas”.

“Creamos varios escenarios de contingencia y dejamos para la terapia COVID tres camas, con posible ampliación. Hasta hace poco veníamos sin estrenarlas, pero hoy están todas ocupadas con dos casos positivos y uno sospechoso. Nosotros en total tenemos 11 camas de terapia intensiva (con respiradores) que, si se ocuparan, sería una calamidad”, destacó Nardelli, llevando algo de tranquilidad.

Asimismo, la máxima autoridad del Italiano resaltó: “Estamos detectando gente que se puede aislar en su propio domicilio, donde todo el grupo familiar se presume positivo si hay un integrante infectado. Quienes tienen problemas habitacionales van a las UCMA. Al mismo tiempo, los pacientes que llegan con problemática COVID son muy añosos y tienen que internarse sí o sí en hospitales”.

“Hay un acuerdo tácito de colaboración entre todos los nosocomios privados en caso de que los públicos se desborden. Tenemos que brindar un servicio de salud a la comunidad, el resto queda en un segundo plano”, aclaró, y cerró aseverando: “El 80% de las personas que se contagian COVID lo transitan como una gripe más. Es una enfermedad que no tiene alta mortalidad. Si se saturan los nosocomios, van a fallecer los que sufran un infarto, un ACV, patologías que siguen vigentes. Hemos visto que casos que se resolvían fácilmente con una consulta en el hospital, por dejarse estar se llega a un estado de deterioro irreversible”.

Qué pasa en el Penna

Gabriel Peluffo es el director del Hospital Penna y, al ser consultado por LA BRÚJULA 24, esgrimió: “Hoy tenemos en la zona COVID de terapia tres internados, es decir un 33% en clínica COVID hay 9 más. Es una situación de relativa tranquilidad, más allá de que nos preocupa el aumento de la cantidad de casos y una movilidad social muy importante. Podemos definirlo como una tensa calma”.

“Nos preocupa la limitación de otros hospitales por contagios dentro de esas clínicas que aíslan a los profesionales y generan una merma de la atención, siendo los que quedamos en pie los que absorbemos la atención”, no ocultó su preocupación con respecto a la forma en la que encontraron para tapar las deficiencias que puedan surgir en el sistema.

Frente a esa manera de coordinación, destacó: “Estamos en comunicación permanente, con armonía entre los hospitales y cierta ansiedad por algo desconocido para todos nosotros. No me gustaría estar en la situación de Gustavo (Carestía) porque es algo muy desgraciado no poder cumplir con las internaciones”.

“Teníamos pactada una compra y posterior entrega porque la empresa que nos brindaba el insumo tuvo un problema en Aduana. Mandamos las muestras a La Plata y creemos que la entrega de los kits que compramos va a estar normalizada. En la última semana duplicamos la cantidad de testeos, por eso aceleramos la compra”.

Por último, Peluffo admitió que “estamos recibiendo una serie de quejas contra las obras sociales que no están cumpliendo, teniendo que hacernos cargo nosotros de la tarea. Creemos que es algo que se solucionará en pocas horas”.

Osecac, con ocupación casi al 100%

En Osecac la situación se complejiza por encontrar cierta saturación en la capacidad de atención. Sin embargo, al ser tan dinámico el escenario, los cambios pueden producirse minuto a minuto. En “la foto” del martes 8 de septiembre por la mañana, Pablo Casella, al frente de dicho nosocomio, dio un detallado informe del cuadro de situación.

“Hoy tenemos nuestra área COVID de cuidados intensivos completa (cuatro camas) y en el de cuidados intermedios solo hay una cama disponible. Estamos intentando armar un lugar en la terapia intensiva regular que ya tiene cinco de las seis camas ocupadas”, recalcó Casella.

En tal dirección, mencionó que “tenemos 30 pacientes de COVID positivo en seguimiento telefónico y quizás alguno de ellos requiera atención hospitalaria. Nuestra población es de pacientes jóvenes, de una edad promedio que se ubica en torno a los 50 años, más allá de que hay algunos añosos”.

“Atendemos a todas las obras sociales presencialmente y nuestros principales pacientes están en edad de trabajo activo. Cuando ellos se jubilan optan por seguir en Osecac y otros se vuelcan hacia PAMI”, sostuvo la máxima autoridad de la clínica de Empleados de Comercio.

Y describió una problemática que se transformó en un dolor de cabeza: “El personal de salud es un tema. Hemos implementado el trabajo en bloque. Vienen cinco días y luego ingresa otro grupo. Eso les permite el descanso y evitar el contagio horizontal. Hoy no tenemos profesionales infectados, pero sí aislados porque en su mayoría trabajan en hasta tres nosocomios. Cualquier cosa que pase en otra clínica, repercute en las demás”.

Mejora el panorama en el Municipal

El último testimonio recabado por este medio es el del doctor Gustavo Carestía, director del Hospital Municipal, donde pareciera estar produciéndose el proceso de más tensión en cuanto a la falta de camas y respiradores para dar respuesta a la contingenicia, algo que expuso él mismo mediante un video.

“Desde el viernes que estábamos teniendo una cantidad enorme de pacientes atendidos por consultorios externos, guardia e internación. El sábado estábamos al 100% de clínica médica y el domingo lo propio en terapia intensiva COVID”, recordó Carestía, añadiendo que “la decisión tiene cierto margen de flexibilidad porque hoy tenemos dos camas de terapia intensiva COVID desocupadas de las ocho en total y otras cuatro en clínica médica de pacientes que fueron dados de alta”.

“La camas no COVID están todas ocupadas. Estamos a full. Y esta decisión de ayer nos obliga a plantearnos un objetivo y que la gente sepa que quizás tengamos alguna dificultad. Estamos trabajando de manera articulada con otros hospitales”, explicó el referente del hospital de la comuna.

Sin embargo, fue optimista: “Hasta hoy no hubo que derivar a ningún paciente, simplemente que aquellos que podrían haberse internado acá, lo hicieron en otro nosocomio. Tenemos una dificultad clara respecto al factor humano y, en este sentido, hay 21 casos confirmados entre el personal, además de 49 profesionales en aislamiento”.

“Es una situación compleja, por eso era necesario que se sepa lo que estaba pasando. El sistema no está colapsado. Estamos a full, pero no hay pacientes esperando en la puerta del hospital. La decisión de suspender las internaciones se puede modificar, es el día a día”, aclaró Carestía.

Y finalizó: “En general, se está viendo durante el último mes, pacientes con síntomas más notorios y con la aparición de gente más joven portadora del virus. Existe mayor compromiso respiratorio en quienes tenemos internados, por eso hay más personas internadas en terapia intensiva con cuadros graves”.

En los Hospitales dependientes de la Asociación Médica de Bahía Blanca, el Hospital Privado del Sur tiene 11 camas de clínica médica ocupadas sobre una capacidad de 15 y disponibilidad completa de las de terapia intensiva. Mientras que el HAM, la ocupación de camas y respiradores de COVID se ubican en torno al 50%.

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