Es bahiense, tiene 15 años y está a punto de terminar la secundaria

Camila Martínez es una joven estudiante del colegio Rosario Vera Peñaloza de Bahía Blanca. Tiene 15 años y es muy querida por todos sus compañeros.

Pero el dato saliente de su historia de vida pasa por su capacidad. Es que a su corta edad, tuvieron que adelantarla dos veces de año -una en primaria y otra en secundaria-. Como se dice en la jerga, Camila es "superdotada".

Ella misma relató su experiencia en LA BRÚJULA 24 y recordó cómo fueron sus inicios en el mundo educativo. Tiempo en el que sus papás tuvieron que buscar las alternativas que la hicieran sentir más cómoda en la escuela. Y claro, nada de todo eso fue fácil.

"Todo empezó en primer grado. Al principio quería jugar como todos los nenes, y aprender más que nada. Pero pasaron las dos semanas y me encontré en mi casa con que no quería ir más, hacía todo lo posible para no ir", explicó la adolescente.

Y agregó: "Primero mis padres fueron a hablar al colegio, porque me aburría, me daba ansiedad. Con las pruebas que me hicieron salió que en algunas ramas tenía la capacidad para aprender más rápido".

En ese momento, las autoridades decidieron adelantarle contenidos. Aunque tal como comentó Camila, el problema persistía. "Asimilaba lo nuevo y me seguía aburriendo".

"No tengo recuerdo de a qué edad empecé a leer y escribir, pero fue en el jardín de infantes", comentó la aplicada alumna. 

Luego vendrían más estudios. "Me fui a hacer unos análisis en Buenos Aires y después empezaron a pensar en saltear años. Hice una aceleración en primaria y otra en secundaria. Fue a mitad de tercero en ambos casos, era lo máximo que me permitían".

"La verdad es que no tengo ningún problema para relacionarme, si bien me llevo mejor con gente más grande, tengo muchos amigos chicos con los que he cursado. Mis compañeros han sido excelentes en todos los cursos. Por suerte nunca tuve problemas en ese sentido y me han ayudado", consideró.

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