Dos accidentes y un mismo problema: alcohol al volante

La noche bahiense estuvo marcada por dos accidentes de tránsito que, más allá de los daños materiales, tuvieron un denominador común: el alcohol al volante.

El primero de los hechos ocurrió pasadas las 3 de la madrugada en la intersección de Charlone y Ruta 3, donde chocaron un Ford Escort y una Fiat Fiorino.

Al mando del primero de los vehículos iba Pablo Laniun, de 30 años, mientras que el utilitario lo manejaba Cecilio Aguilera, de 42. Ninguno sufrió lesiones.

Cuando los inspectores de tránsito realizaron el test de alcoholemia de rigor, el resultado de Laniun fue positivo: 1 gramo de alcohol en sangre en la primer medición y 1,02 en la segunda efectuada a los pocos minutos.

Por consiguiente, su rodado terminó siendo secuestrado y trasladado al corralón municipal.

El segundo de los episodios (foto principal de la nota) tuvo lugar en la esquina de calles Castelli y Calvo.

El reloj marcarca que eran las 4 cuando el conductor de un Fiat Uno -se llama Sergio Sebastián Berg- perdió el control y terminó dando un tumbo, quedando el auto con las ruedas para arriba.

El automovilista sufrió algunos golpes de menor consideración. Y cuando sopló la pipeta, quedó en evidencia: conducía con 0,89 gramos de alcohol en sangre.