El Eternauta: cuáles son las diferencias entre el cómic y la serie protagonizada por Darín

El Eternauta no solo ha captado la atención del público, sino que también logró convertirse en una de las tendencias principales en la red social X (antes Twitter). A solo 24 horas de su lanzamiento, Netflix anunció oficialmente que la serie tendrá una segunda temporada, reflejo del enorme impacto que ha generado. La adaptación dirigida por Bruno Stagnaro pone nuevamente en el centro de la escena a uno de los íconos más importantes de la ciencia ficción argentina.

De 1957 a la actualidad: el gran salto temporal

Una de las diferencias más notables entre la serie y el cómic original de Héctor Germán Oesterheld es el contexto temporal. Mientras la historieta fue publicada en 1957 y situaba su relato en la contemporaneidad de ese entonces, la serie traslada la acción a la actualidad. Esta decisión narrativa marca un cambio clave que reconfigura el entorno y el tono de la historia, adaptándola a un público moderno sin perder la esencia de la obra original.

Cambios en la ruta y el inicio del relato

La Buenos Aires de la serie conserva su rol central como escenario, aunque los personajes no recorren exactamente los mismos caminos que en la historieta. El inicio de la historia también presenta modificaciones importantes: en el cómic, un guionista se encuentra con un hombre misterioso que le narra su historia. En cambio, la serie comienza con un grupo de amigas navegando en el Río de la Plata y sigue con amigos reunidos en la casa de Alfredo Favalli, uno de los protagonistas. Además, se suma un personaje nuevo, Omar, que se une al grupo de amigos que en la historieta eran solo cuatro.

Motivaciones distintas, pasado compartido

Otra diferencia central tiene que ver con la evolución de los personajes. En la historieta, Juan Salvo se une rápidamente a una milicia que organiza la resistencia contra la invasión. En la serie, este proceso es más pausado y se le da un trasfondo más profundo al personaje interpretado por Ricardo Darín, quien es presentado como un excombatiente de Malvinas. Este elemento explica su pericia como tirador y su reticencia inicial a involucrarse en la violencia, en contraste con la motivación casi inmediata del Salvo original.

Edad, contexto y roles redefinidos

El Juan Salvo del cómic es un hombre de aproximadamente 40 años, casado y con una hija. En la serie, Darín interpreta a un Salvo mayor, que ya superó los 60 años. Este cambio de edad también influye en la dinámica con otros personajes. Por ejemplo, en la historieta, su esposa Elena tiene un papel menor y permanece en segundo plano. En la adaptación televisiva, en cambio, Carla Peterson da vida a una Elena mucho más activa, que forma parte de la resistencia y enfrenta desafíos junto al resto del grupo. Además, la relación de pareja también cambia: en el cómic están casados; en la serie, están separados.

De Martita a Clara: nuevos matices familiares

Otro ajuste significativo se da en el personaje de la hija de Juan Salvo. En la historieta, la niña se llama Martita y su participación en la trama es escasa; rara vez abandona su hogar. En la serie, el personaje se llama Clara y tiene un rol más relevante dentro de la narrativa. Esta modificación responde al interés de los creadores por otorgar mayor profundidad a los vínculos familiares, sumando nuevas capas emocionales al relato.

Con información de Infobae