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Talleres de memoria: porque prevenir ayuda a mitigar el paso del tiempo

El valor de la estimulación cognitiva. La ejercitación para potenciar los recuerdos. Cómo se planifican los encuentros grupales. Una especialista brinda una serie de claves y dónde se puede acudir en Bahía.

Por Leandro Grecco
Facebook: Leandro Carlos Grecco/Instagram: @leandro.grecco/Twitter: @leandrogrecco

Dos testimonios despertaron la necesidad de confeccionar este artículo. La palabra de un par de vecinos bahienses que, al azar, fueron requeridos por la redacción de LA BRÚJULA 24 en plena vía pública y, casualmente (o no tanto) coinciden en una misma preocupación, a la cual se la suele vincular con la longevidad.

“Desde hace un tiempo comencé a notar que mi memoria no es la misma. Olvido nombres, fechas y, en ocasiones, eventos importantes. Esta situación me preocupa profundamente, ya que siempre he dependido de ello para desempeñarme en mi trabajo y mi vida personal. Intenté implementar algunas estrategias para mejorarla, como llevar una agenda y hacer ejercicios mentales, pero los resultados no han sido los esperados. Estoy considerando acudir a un especialista para evaluar mi situación y buscar posibles soluciones”.

“Últimamente me siento preocupada por la pérdida de mi memoria. No es que olvide todo de repente, pero me doy cuenta de que cosas que antes recordaba fácilmente ahora se me escapan. A veces no puedo encontrar las palabras adecuadas o no logro recordar nombres que solían estar siempre en mi mente. Me da miedo que esto vaya empeorando porque siempre he sido una persona muy organizada y atenta a los detalles. Realmente me aterra”.

Myrian Inés Rodriguez es Licenciada y Especialista Consultora en Clínica de adultos y personas mayores, además de Psicogerontóloga (MP: 00730). Lejos de minimizar esta situación, puso el énfasis en la importancia de anticiparse a dicha transición que lleva a consecuencias inevitables, emparentadas con el transcurrir de los años. Una mirada preventiva puede atemperar el deterioro propio al que accede un ser humano que llega a una avanzada edad.

“Los talleres de estimulación cognitiva, llamados comúnmente talleres de memoria, son espacios de encuentro con otros donde se entrenan funciones tales como la atención, la percepción, el lenguaje, el cálculo, tareas ejecutivas, praxias, pensamiento lateral y todas aquellas habilidades que han quedado en desuso por el paso del tiempo o falta de ejercitación y que hacen al proceso de la memoria o el recuerdo”, rompió el hielo Rodríguez, ante la requisitoria de esta sección.

En relación al valor de preservar esta función cerebral, sostuvo que “la memoria es el proceso por el cual todos tenemos la posibilidad de historizar y decir quienes fuimos, quienes somos y proyectar quienes seremos. La evocación es el último proceso que ponemos en marcha en el recuerdo, para lo cual antes fue necesario percibir, atender, tomar el tiempo necesario para fijar el contenido que luego deseamos recordar”.

“Los encuentros, me gusta llamarlos así, se construyen con la presencia del otro en un encuadre determinado y con una tarea ya planificada. Cada uno de ellos cuenta con un espacio de la pretarea, donde el encuentro con el otro se hace posible en un ambiente relajado, un segundo tiempo que tiene que ver con la tarea en sí misma, en este caso cada grupo tendrá su planificación según las dificultades, niveles intelectuales y práctica o ejercitación previa y por último el momento del cierre, donde se entrega alguna tarea para el hogar que profundice lo que se hizo y se da lugar a la socialización”, agregó la profesional.

Consultada a fines prácticos de lo que implementa, Rodríguez avisó: “En mis talleres incluyo el recurso lúdico que me permite trabajar todas las funciones descriptas además de la manipulación de fichas, tarjetas, tableros, marcadores o dados entre otros para ejercitar a su vez la motricidad fina. El ambiente siempre es cordial y jovial la risa distiende e invita a que nuestros desafíos sean valorados como logros al momento de ganar o ser parte de un grupo”.

“Aunque la mayoría de las veces la competencia es con uno mismo, el ejercicio que cuesta o presenta un desafío para los participantes es el que realmente estimula y permite lograr la neuroplasticidad. El psicólogo suizo Jean Piajet decía que el juego reglado es la actividad del ser socializado. Sin dejar de lado los beneficios que suma la escritura a los participantes”, ponderó, ingresando en el tramo final de su alocución.

Sin embargo, advirtió que “todo está hecho y diseñado a medida de cada grupo, no hay dos planificaciones iguales. Aunque se utilice el mismo ejercicio, éste será abordado por cada grupo de un modo singular. Por ejemplo, en el taller que llevo a cabo hace más de 10 años en el Centro y Biblioteca Popular Luis Braille, los juegos y ejercicios son ajustados y rediseñados, en muchos casos, para lograr trabajar con la misma dificultad y exigencia que en cualquier grupo”.

“Así, en el grupo de la Sociedad de Fomento del Barrio Anchorena se trabaja con el mismo ejercicio, pero con diferente abordaje, material y con la apoyatura de la vista cuando en Braille la apoyatura es el oído. Y de diferente manera se hace en los talleres que dicto en Galería Plaza donde las participantes se conocen hace mucho tiempo y la socialización se hace en el café de la esquina a la salida del taller, se podría decir que aquí no solo hay grupo, sino que también hay amistad”, reflejó la Licenciada. 

Y agregó que “en los talleres que dicto en el Centro Cultural de la Cooperativa Obrera, que tienen una duración de dos meses y donde se intenta concientizar de la importancia de la prevención primaria, como decía mi abuela, es mejor prevenir que curar. En este caso, ese refrán aplica perfectamente porque está demostrado que el ejercicio neurocognitivo continuo y constante previene y retrasa la aparición de deterioros cognitivos que no son esperables según la edad”. 

“Quienes se acercan por lo general están preocupados por rendir el carnet de conducir, o son rechazados y les sugieren que se incluya en un taller, vienen derivados por neurólogos o médicos clínicos. La tendencia mundial es prevenir, también están los que simplemente entienden que es una actividad preventiva y disfrutan de sus beneficios, o los que se acercan por que han notado que ya no retienen los nombres de personas o las indicaciones de médico o se quejan de perder las llaves, los anteojos, son traídos por sus mujeres en el caso de algunos hombres o por amigas que ya conocen el espacio entre otros”, concluyó.

Descripción

El taller de memoria es un espacio en el que se desarrollan diversas actividades, juegos y ejercicios, con el objetivo de favorecer el mantenimiento de las funciones cognitivas y repensar los prejuicios que existen acerca de la cognición y el envejecimiento, y la representación que cada participante tiene sobre su propio funcionamiento.

Quienes participan en un taller de memoria aprenden estrategias y hacen ejercicios, tanto individuales como grupales. Este último le permitirá la sociabilización que tan importante es en esta etapa del ciclo vital.

Compartir, pertenecer y ser pertinente es parte del trabajo de integración que se da naturalmente a lo largo de los encuentros.

Llegando a sentirse un integrante importante del grupo y éste a su vez le devolverá un espacio para compartir vivencias que se extienden más allá del tiempo del taller.

Desterrando el aislamiento que se suele dar en algunas personas mayores. Los talleres tienen 3 objetivos fundamentales:

  1. El mantenimiento de las funciones cognoscitivas, que será el punto de partida para la independencia de la persona y alcanzar una óptima calidad de vida.
  2. Socialización del participante. Actuando en contra del abandono, la depresión y los malos hábitos.
  3. La detección rápida del deterioro cognitivo leve. Permitiendo el acceso rápido al tratamiento o rehabilitación.

Está destinado a personas mayores, a partir de los 55 años que tengan ganas de conocer la actividad. Es requisito que sepan leer y escribir. Los grupos son mixtos y se constituyen con un mínimo de 8 personas y un máximo de 20. Se trata de 1 encuentro semanal de 1 hora y media. El cronograma de los encuentros será a partir del mes de marzo a diciembre. El receso invernal se pacta con los diferentes grupos.

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