Merendero Los Principitos: “Cada vez llega más gente de otros barrios”

Por Cecilia Corradetti / [email protected] / Especial para La Brújula24

La crítica situación económica, la fuerte devaluación y el consecuente incremento de precios recrudecen la pobreza y agudizan la vulnerabilidad de numerosas familias bahienses que siguen necesitando asistencia alimentaria para sobrevivir.

El panorama es similar en casi todos los merenderos y comedores comunitarios, muchos de los cuales abrieron sus puertas en medio de la pandemia por el Covid-19 y, lejos de cesar su actividad, cada día reciben más cantidad de familias.

El Centro Cultural Los Principitos, más conocido como merendero Los Principitos, asociación civil con personería jurídica ubicada en el barrio Enrique Cabré Moré, calle Necochea 2109, esquina Estación Algarrobo, representa una muestra del aumento de la pobreza y el desempleo. El lugar funciona en un espacio prestado.

“Al merendero concurren entre 80 y 85 familias, eso hace en total alrededor de 190 chicos a quienes se les entrega la merienda”, indicó Pamela Abarca, voluntaria y encargada de la institución.

La situación económica reinante durante este 2023 ocasionó que algunas familias se sumaran. Las familias numerosas, con gran cantidad de hijos, son las más comprometidas y las que acuden en forma permanente.

“Acompañamos a toda esta gente que, en general, vive de changas. No dejamos familias afuera a pesar de lo que significa contener a tantas personas. Con el equipo de voluntarios estamos en forma permanente viendo qué ayuda necesitan y los acompañamos en todo momento”, resaltó Abarca.

En los casos de familias que se acercan de otros barrios, en algunos casos muy alejados, se intenta coordinar con instituciones más cercanas.

“Eso es, justamente, lo que venimos observando. Cada vez llega más gente de otros barrios, incluso desde muy lejos. Nadie se va sin recibir una ración de alimento porque consideramos que la empatía debe primar en esta situación tan terrible”, amplió.

Florencia, colaboradora del lugar, sumó: “Viene gente de muchísimos barrios, a veces caminando, en moto o en bicicleta y  jamás le negamos la merienda a nadie. Incluso a esa gente que hace un esfuerzo extra le damos un poco más”.

Otras personas escriben a través de la página de Facebook. “Indagamos, coordinamos una visita y los recibimos”, señaló, para hablar de la alegría que siente el grupo cuando alguien consigue alguna changa o un trabajo y ya no necesita del comedor.

La institución necesita la ayuda de toda la comunidad de Bahía Blanca. Pamela Abarca mencionó alimentos no perecederos, leche, fruta, verdura, carne y derivados, como los principales rubros.

A esto agregó todo tipo de ropa ya que acuden niños, adolescentes y adultos mayores. El merendero posee un ropero comunitario que necesita completarse en forma periódica dada la gran demanda.

“El calzado también es bienvenido. Abrimos el ropero cada 15 días y la ropa es muy importante para renovar el lugar. Las necesidades se acrecientan y toda ayuda es bienvenida”, insistió.

“Sólo con el corazón se puede ver bien, lo esencial es invisible a los ojos”, señala una publicación de la página de Facebook del merendero, citando el libro de donde toman el nombre. La frase va acompañada de una foto donde se observan niños recibiendo zapatillas.

Y completa: “Queremos agradecer a todos los que han donado distintos elementos y gracias por haber dedicado tiempo, acercarse, conocer el lugar. Invitamos a quienes deseen venir a conocernos”.

Cómo colaborar

El contacto de WhatsApp 291 5037813. También se puede contactarse a través de la página de Facebook (Merendero Los Principitos) o en Instagram. Alias: corte.espia.cordon