“Hay iglesias que amplifican el sonido con instrumentos que usan bandas de cumbia”

Amplia repercusión tuvo la detención de Gustavo Girolami, el hombre que amenazó a los integrantes de una iglesia evangélica por el volumen de la música que se escuchaba en Panamá al 3000.

Daniel es sonidista y tecladista de un templo. Congrega en el que se encuentra ubicado en Belisario Roldán y Chaco, del Bajo Rondeau. Y en diálogo con LA BRÚJULA 24, explicó de qué manera se desenvuelven para una buena convivencia con los vecinos.

En mi caso toco el piano y tengo los mismos parlantes de retorno de la iglesia para poder escucharme. Nuestra batería no está amplificada porque es el instrumento más ruidoso. Luego hay guitarras y puede sumarse algún bajo y las voces”, resaltó, en el programa “Bahía Hoy”.

Además, añadió que “entiendo que pueda haber gente que le molesta todo, más allá de que tocamos lo más suave posible. Hemos tenido que colocar un aparato que mide frecuencias sonoras, el cual viene con una luz que si se enciende indica que estamos excediendo los decibeles. Incluso en alguna ocasión hemos recibido multas onerosas por denuncias de vecinos”.

“Escucho que se quejan porque empezamos un sábado y terminamos un domingo, esa es nuestra vigilia que incluye oraciones, el culto y la música que no es para nada desagradable, al punto que se puede dormir escuchándola”, consideró, en otro tramo de la charla.

Por último, admitió que “en otras iglesias vi que incrementan los instrumentos que están más cercanos a una banda tropical que a un grupo de iglesia. Quizás sea eso lo que moleste”.