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CONTÓ SU EXPERIENCIA EN UN CONGRESO

Wado de Pedro se emocionó al hablar de su tartamudez

El ministro del Interior habló ante cien chicos que tienen disfluencia. “Hay que convivir y aceptarse”, dijo.

En el marco de un Congreso de Tartamudez de Salta, el ministro del Interior Eduardo “Wado” de Pedro habló en una conferencia virtual con más de 100 niños con disfluencia.

Con un discurso en el que se emocionó en varias oportunidades, el funcionario relató su experiencia personal con la tartamudez, dio consejos a los chicos y contó cómo se replanteó muchas situaciones cotidianas.

“No soy un ejemplo de superación, porque esto es algo que voy a llevar toda mi vida. Está bueno no plantearse metas que no son posibles. Hay que convivir y aceptarse”, contó de Pedro. Y aseguró: “Empecé a mejorar cuando empecé a aceptarme. Durante todo el tiempo que quise superarme y dejar de tartamudear, quizás reforcé la disfluencia”, aseguró ante los chicos.

El encuentro fue en la sede del gremio gastronómico Uthgra de la capital provincial, y allí se abordaron distintas iniciativas legislativas, como la ley sancionada recientemente, que creará un consultorio público con profesionales para chicos con tartamudez, según informaron desde el Ministerio del Interior.

“Me cuesta mucho”, dijo el actual ministro

Con el objetivo de concientizar sobre este problema en el habla, que posee el 1% de la población mundial y casi 15 mil chicos salteños, el funcionario no pudo evitar  emocionarse al contar algunas de sus experiencias personales con esta condición: “Es medio difícil cuando uno es el protagonista, y más siendo padre. Me cuesta mucho”, sostuvo, con la voz casi quebrada.

En ese sentido, fue firme a la hora de aconsejarles a los chicos que lo escuchaban sobre la aceptación y el vínculo con los otros cuando se tiene disfluencia: “Quiero transmitirles primero la aceptación. Somos como somos. Yo tartamudeo. Me trabo, pero voy a pedir y comer lo que quiero. El mozo tiene que esperar; el heladero tiene que esperar”, dijo, una vez más visiblemente emocionado. Y sumó: “La tartamudez no nos define. Somos personas que hacen muchas más cosas que esto. El silencio, el que te miren como algo raro, sentirte diferente no ayuda”.

En otro tramo de su exposición, de Pedro contó: “Sufrí la discriminación y pasé por muchas situaciones. A muchos nos pasó que nos enfermamos el día anterior de dar una lección de lectura”.

Sobre las dificultades cotidianas de quienes viven con disfluencia, el ministro ejemplificó: “¿Cómo pedir un helado; cómo tomarnos un colectivo? Morirte de ganas de pedir una comida y quedarte con las ganas por elegir siempre lo único que te salía decir. Toda la vida tomé dos gustos de helado porque pensaba que eran los únicos que me salían”.

Fuente: Perfil

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