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DE COLECCION

El whisky más caro del mundo

Batió un récord histórico cuando se vendió en casi 2 millones de dólares. Los detalles de una botella excepcional con 60 años de guarda.

¿Pagarías 100 mil dólares por una medida de whisky? En el mercado del lujo todo es posible. Algo así fue lo que hizo el coleccionista que se quedó con una de las botellas más caras del mundo: US$ 1.900.000 por un Macallan 1926 Fine and Rare.

La subasta fue en Sotheby’s en 2019 y de este whisky single malt solo se produjeron 40 botellas en 1986. Se trata de un líquido madurado en barricas de jerez durante 60 años.

Expertos en fabricar bebidas para exquisitos, los dueños de la destilería hicieron que 12 botellas fueran “ilustradas” por el inglés Peter Blake, famoso por su diseño de la portada de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (sí, el disco de los Beatles).

Otra docena fue encomendada al célebre artista italiano Valerio Adami y una fue pintada a mano por el muralista irlandés Michael Dillon. Quedaron 14 con la “simple” etiqueta Fine and Rare de Macallan.

Todo haría suponer que la subastada en casi dos millones de dólares fue una de aquellas incunables. Pero no, marcó el récord una de las “comunes”, extraida del barril número 263 y destilada hace casi un siglo, que hasta entonces tenía paradero desconocido.

Por qué los Macallan son los whiskys más caros del mundo

Joe Cabassa, Regional Brand Ambassador de Macallan, explica que ya en 2018 las botellas de colección con “etiquetas colaborativas” llegaban a venderse a alrededor de 1 millón de dólares.

“Hasta que apareció en 2019 la que se dio en llamar ‘el unicornio’, una sin etiqueta especial -relata Cabassa-, que un consumidor puso en subasta y alcanzó 1,9 millones de dólares el 24 de octubre de ese año”.

Más allá de esta “expresión”, como la llaman los conocedores, los Macallan son los whiskys más cotizados del mundo. “Es que tenemos una obsesión por la calidad que se refleja en la demanda de aficionados y coleccionistas”, asegura el también Lead & Head of Education de la marca.

Los “Fine and Rare” de Macallan provienen de barricas excepcionales que se identifican como tales en el proceso de elaboración y salen a la venta muy pocas botellas al año.

“Mientras que otras destilerías prueban al azar, nosotros probamos absolutamente todas las barricas antes de utilizarlas. Asi descubrimos aquellas que pueden producir sabores diferentes, que son los que nuestros aficionados esperan con avidez”.

De este modo, la marca se ufana de sus lanzamientos “insólitos”, entre los cuales se cuenta la colección de las seis décadas que van de 1940 a 1990.

Otros destilados que han alcanzado cifras millonarias son el Macallan 64 Lalique Cire Perdue, que contiene whiskys de tres barricas de roble español de 1942, 1945 y 1946. El precioso líquido está resguardado en un envase también único, tallado en el cristal francés del mismo nombre. Se vendió en casi medio millón de dólares en un remate a beneficio en Nueva York.

The Macallan M, de 6 litros, contiene un single malt del que hay solo cuatro botellas. Por la única que salió en subasta, el martillo bajó en US$ 628 mil en 2014, en Hong Kong. Las otras dos siguen siendo propiedad de la destilería y la cuarta pertenece a un coleccionista asiático.

¿A qué saben estos whiskys que valen más que el oro líquido? Lo cierto es que no hay testimonio, más allá de la certeza de que con tanto tiempo transcurrido desde el destilado, puede llegar a evaporarse hasta el 50 % del alcohol.

“Como cultor del whisky yo espero que las abran y las tomen”, se ríe Cabassa, pero admite que estas botellas son vistas por los coleccionistas como una gran inversión. Por caso, un Macallan 1926 ilustrado por Blake se había vendido en “apenas” 1.500.000 dólares en 2018.

Pero no siempre funciona, en febrero de este año se vendió una botella del 1926 a “solo” 1.370.000 dólares, cuando salió a remate la segunda parte del lote conocido como The Perfect Collection.

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