El siniestro Coronel Enrique Jiménez de "La Valla", en La Brújula 24

Manuel Fullola de Hériz es un gran actor español de 41. Le da vida al temible Coronel Enrique Jiménez en "La Valla", serie que es tendencia mundial, en la que comparte elenco ni más ni menos que con la argentina Eleonora Wexler.

Esta mañana, el prestigioso artista habló con el quipo del programa "Tal cual es" que se emite por LA BRÚJULA 24, y no se guardó absolutamente nada. Su personaje, su vida y, por supuesto, cómo se lleva con el impresionante éxito de la tira que habla de una España futurista, marcada por la escasez de recursos que convirtió a las democracias occidentales en regímenes dictatoriales.

"La verdad es que llevamos desde que empezó la experiencia, hará unas diez semanas, estamos absolutamente maravillados con toda la repercusión que tuvo la serie en todo el mundo", destacó Fullola. Y agregó que "jamás hubiera imaginado que llegaría, por ejemplo a Finlandia".

"Que los países latinoamericanos se unieran era previsible, el legado de Eleonora -Wexler- en la Argentina es enorme, pero el resto no lo esperaba sinceramente"

Luego, a modo de análisis, recordó que "cuando explotó la pandemia no lo podíamos creer, porque estaba convencido de estar filmando una distopía absoluta. De repente empezó este fenómeno mundial y La Valla es como que adoptó cierto paralelismo".

Sobre su personaje, refirió que "yo nunca me lo planteé como alguien con una patología maligna, ningún psicópata, sino que intenté dibujar a un personaje que hace lo que debe hacer con base en las circunstancias que lo rodean".

"Algo que me fue muy útil es que se trata de una persona con un origen muy difícil, que nació y creció abandonado por la madre, que además se ve en una escena y creo que es muy importante. Si partimos de la base que nació en la pobreza y su única salida fue ingresar al aparato militar, para mí eso es lo que humaniza en cierto sentido al personaje", sintetizó.

La pandemia. "Creo que como todos en cualquier país del mundo, con las medidas restrictivas que cambian y han evolucionado, ahora en Barcelona empezamos otra vez con cierta apertura, pero estuvimos cuatro semanas con todo cerrado. El otro día estaba en el centro de la ciudad, en la Plaza Cataluña, y vi a todo el mundo con mascarilla y la sensación de distopía real es algo que debemos haber sufrido todos nosotros en algún momento. La mascarilla es el símbolo más expresivo de ello".

Segunda temporada. "Si la gente está ansiosa por eso, imaginen nosotros. La añoramos, hace más de un año que no nos vemos las caras y deseamos volver a encontrarnos en esa pequeña familia que hemos creado".