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En comparación con 2019

La recaudación impositiva cayó un 22,5% en mayo por efecto de la cuarentena

Por tercer mes consecutivo, en mayo los recursos tributarios acusaron una singular contracción en términos reales, a ritmo de dos dígitos porcentuales, en comparación con los valores de un año antes cuando la economía acusaba una modesta recesión.

Ahora, por efecto del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, el cual se extendió a todo abril, base de la recaudación de mayo, y también a gran parte del último mes, en particular en los grandes centros urbanos de más de 500 mil habitantes que es donde se concentra tanto la generación de riqueza como el consumo de la mayor parte de los 45 millones de habitantes, el total de los recursos tributarios apenas subió en valores nominales 12,4%, a $499.535 millones, por efecto exclusivamente de la inflación acumulada en los últimos doce meses de poco más de 45 por ciento.

Si se deduce el efecto de la suba del promedio general de inflación de 45,6% sobre los impuestos vinculados con la actividad; así como el aumento nominal de los salarios sobre los recursos de la Anses que fue de 46,5% y caída del empleo registrado 3,2%, y la variación del tipo de cambio en 53,1%, sobre el comercio exterior, surge una caída en términos reales de 22,5%, en comparación con los valores de un año atrás.

Semejante retroceso de los recursos tributarios fue anticipado por las consultoras privadas, como Iaraf y CEPA, a partir de la parálisis en abril de la producción de bienes durables como automotores, motos, muebles, artefactos para el hogar, electrónica y textiles, principalmente; junto al receso que también comenzó a registrar el consumo de bienes esenciales, como alimentos, tras las compras anticipadas en abril; el cierre de fronteras y la propia recesión internacional, porque debilitó al extremo el comercio exterior, los datos de exportaciones e importaciones a Brasil dieron cuentas de sendas caídas en valor de 55,6% respecto de mayo de 2019; y la disminución de aportantes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA).

Sólo mostró resiliencia a la crisis generada por la pandemia de la COVID-19 los recursos tributarios percibidos por la AFIP por el cobro del Impuesto a los Bienes Personales, porque la base imponible se concentra en los sectores de ingresos muy superiores al promedio general; y sobre los débitos y créditos bancarios por el singular impulso del uso del dinero electrónico, como se denomina a los pagos con el uso de tarjeta de débito bancario; transferencias inmediato, billetera electrónica y débitos y créditos inmediatos.

(Fuente: Infobae)

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