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Fue arrestado en Cerri

De novela: una mancha de sangre y otra de aceite “vendieron” a un delincuente

Había robado en el Museo Fortín Cuatreros y en los depósitos de la quebrada firma Lucaioli.

No siempre lo que pasa en las novelas ocurre en la vida real. Pero este caso está bastante cerca. Un delincuente fue detenido en las últimas horas en la localidad de Cerri gracias a dos manchas dejadas en el lugar del hecho: una de sangre y la otra de aceite.

Todo comenzó con un robo, ocurrido en la madrugada de ayer domingo, en el Museo Fortín Cuatreros ubicado en Pernici y Alvarado, de aquella localidad. De allí, forzando una puerta y los vidrios de acceso a las oficinas, se llevaron una garrafa, una pava eléctrica y un lavamanos con grifería. El malviviente escapó del lugar en una moto 110 c.c.

Lo que no sabía es que gracias a dos descuidos, los uniformados del destacamento cerrense lo iban a poder encontrar. Uno de ellos fue la mancha de sangre que dejó, debido al corte que sufrió al golpear una de las ventanas. El otro, una marca de aceite ubicada en la vereda, y ocasionada por la moto que uso para escapar.

Horas más tarde, un sujeto fue a atenderse al Hospital de Cerri. Tenía un corte. Además, había llegado al centro asistencial en moto. Vehículo que dejó una mancha de aceite en la calle. Todo cerraba.

Ya habiéndolo detenido, los uniformados realizaron un allanamiento en la vivienda de Esteban Fabián Cane, de 22 años, ubicada en Matheu 143, en Cerri. Allí lograron recuperar lo robado en el Museo, pero también hallaron siete teléfonos celulares, una tablet, un equipo de música y una cortadora de cabello. Todos estos elementos habían sido robados de los depósitos que la quebrada empresa Lucaioli tenía en la localidad vecina.

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