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Encuentran la primera tumba de un faraón en Egipto en más de 100 años

La egiptóloga argentina Andrea Zingarelli conversó con La Brújula 24 sobre este hallazgo.

Egiptólogos descubrieon la tumba del faraón Tutmosis II, el primer hallazgo de este tipo desde el descubrimiento de la tumba de Tutankamón hace más de un siglo. La tumba, ubicada en los valles occidentales de la necrópolis tebana cerca de Luxor, era la última tumba real no descubierta de la dinastía XVIII.

Los investigadores asumían que los faraones de esta dinastía eran enterrados más cerca del Valle de los Reyes, pero al explorar una zona asociada con mujeres de la realeza, encontraron una cámara funeraria decorada, lo que indicaba que pertenecía a un rey.

Entre los detalles más llamativos estaba un techo azul con estrellas amarillas, una característica reservada para tumbas reales. El director de la misión, Piers Litherland, describió la experiencia como emocionalmente abrumadora, destacando el impacto del descubrimiento en su equipo.

Tutmosis II, antepasado de Tutankamón y esposo de la poderosa reina Hatshepsut, gobernó Egipto entre 1493 y 1479 a.C. Su tumba presentaba una gran escalera y un corredor descendente bloqueado por escombros de inundaciones y techos colapsados. Para llegar a la cámara funeraria, los arqueólogos tuvieron que atravesar un pasillo angosto de 10 metros. Dentro, encontraron decoraciones con escenas del Amduat, un texto sagrado reservado para los faraones, confirmando que era la tumba de un rey. Sin embargo, la tumba estaba completamente vacía, no debido a saqueos, sino porque había sido desalojada deliberadamente. La evidencia sugiere que, pocos años después del entierro de Tutmosis II, la tumba quedó sumergida bajo una cascada y su contenido fue trasladado a otro sitio en la antigüedad.

A pesar de la ausencia de restos funerarios, los arqueólogos encontraron fragmentos de jarras de alabastro con inscripciones de los nombres de Tutmosis II y Hatshepsut, lo que permitió identificar la tumba. Litherland explicó que estos fragmentos se rompieron durante el traslado del contenido, lo que resultó clave para atribuir el hallazgo al faraón. Este descubrimiento ha sido un hito en la egiptología, pues proporciona nuevas pistas sobre las prácticas funerarias de la dinastía XVIII y resuelve el misterio de la ubicación original del enterramiento de Tutmosis II.

El hallazgo corona más de 12 años de trabajo del equipo conjunto de la New Kingdom Research Foundation y el Ministerio de Turismo y Antigüedades de Egipto. Durante este tiempo, los investigadores han excavado 54 tumbas en la parte occidental de la montaña tebana y han identificado a más de 30 esposas reales y mujeres de la corte.

La palabra de una experta argentina

La egiptóloga Andrea Zingarelli conversó con La Brújula 24 sobre este hallazgo. Ella trabaja con un equipo argentino en Egipto y resaltó lo "impresionante" de lo que se descubrió.

"La egiptología tiene estas cosas, tenían 12 años trabajando, la encontraron hace dos años, pero no sabían a quién pertenecía. El hecho de encontrar una serie de vasijas que tienen el nombre del faraón, partes de muebles, da cuenta de que es muy probable que sea su tumba", explicó.

La momia de Tutmosis II está en el Museo de la Civilización en El Cairo, porque el cuerpo fue encontrado hace mucho tiempo, pero hasta ahora se desconocía su tumba.

"Lo más importante es su conexión con Hatshepsut, su esposa, que impulsa cambios a nivel cultural y arquitectónico. Él era el gobernando, pero el legado es mucho más interesante el de ella que el del propio faraón", señaló.

El equipo con el que trabaja Zingarelli recientemente encontró más de 1.000 objetos, en un pozo funerario. "Es muchísima información para el conocimiento. Es importante porque cada cosa que encontramos estamos aportando al conocimiento sobre esa antigua civilización", dijo la experta.

Fuente: BBC / LB24

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