Dolores Fonzi debuta como directora en “Blondi”

Dolores Fonzi hace su debut como directora en “Blondi”, una película que nos sumerge en la vida de Blondi y su hijo Mirko (Toto Rovito). Despertando después de una fiesta, Blondi se enfrenta a la realidad de su papel como madre mientras sortea a los invitados dormidos en su casa para ir a trabajar como encuestadora. Este primer plano capturado por Fonzi nos sumerge en la complejidad de la relación madre-hijo.

La historia se centra en Blondi, interpretada por la propia directora, una madre que tuvo a su hijo a los 15 años. Sin embargo, el hecho de convertirse en madre no la obligó a madurar prematuramente, sino todo lo contrario. Ahora, la madurez que ha evitado durante años se pone a prueba debido a la necesidad de crecimiento de Mirko.

Blondi se ve cuestionada por la madre de una amiga de su hijo después de otra fiesta en su casa familiar, quien la confronta sobre la ausencia de adultos en el hogar.

La ópera prima de Dolores Fonzi es una comedia aparentemente ligera, salpicada con momentos dramáticos que llevan a madre e hijo a embarcarse en un viaje tipo road movie. Sin embargo, la película se transforma en una historia de crecimiento tanto para Mirko como para la protagonista.

Esta madre, que prefiere que su hijo no la llame “mamá” y se refiera a ella por su nombre, tendrá que enfrentar su rol sin perder su personalidad, pero sí renunciando a la complicidad diaria con el joven. La valiente hazaña de Blondi de escalar el Monumento a O’Higgins se convierte en una metáfora de su historia de superación, sin rendirse en ningún momento.

La dinámica familiar de los protagonistas (Fonzi y Toto Rovito) junto a Rita Cortese como la abuela Pepa, Carla Peterson como la tía Martina, casada con el personaje interpretado por Leo Sbaraglia) se establece rápidamente durante una fiesta de cumpleaños, generando cierta incomodidad. En una sola escena, se destacan las características de la madre despreocupada, el hijo responsable, la abuela apasionada, la tía infeliz y su marido aburrido. Sin embargo, Fonzi les otorga a cada uno de ellos matices afectivos únicos, mientras explora diferentes facetas de la maternidad.

La actriz y directora utiliza el rock para ilustrar el personaje de Blondi, tanto en su apariencia llena de camisetas de bandas como en los recitales independientes que se ven en pantalla, incluido el alegórico final con un paseo en auto mientras suena a todo volumen “Maria”, el éxito con el que una ya madura Debbie Harry relanzó la carrera de Blondie.

Fuente: Clarín