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El titular del Movimiento Evita asegura que los beneficiarios que no trabajan son sancionados

Rodrigo Bahía, máximo referente de la organización en la ciudad, explicó el manejo de los planes sociales. Y se despegó de Beatriz Ludovico, quien irá a juicio por exigir retornos en el partido de Adolfo Alsina.

Tras las críticas de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner respecto del manejo de los planes sociales, el Movimiento Evita dejó trascender que creará un partido político para competir en las elecciones PASO de 2023 y buscará sumar a “la mayor cantidad” de organizaciones sociales.

En diálogo con LA BRÚJULA 24, el titular de la mencionada agrupación en la ciudad, Rodrigo Bahía, valoró que el debate se exponga sobre la agenda cotidiana, haciendo un llamamiento al Estado para que se logre bajar la inflación y se generen programas que fomenten el empleo formal.

“Fue una semana atravesada por una cuestión vinculada con la complejidad de lo social y económico. El discurso de la compañera Cristina abre el debate, que es bienvenido, y sacamos un comunicado para visibilizar que hay una masa laboral muy importante que en plena pandemia, cuando se entregaron los IFE, había más de diez millones de argentinos fuera del sistema formal”, reveló Bahía, en la nota con el periodista Germán Sasso.

Además, sostuvo que “queremos dejar en claro qué es la economía popular, nosotros mismos en muchísimas oportunidades dejamos en claro que el subsidio le hace mucho mal a los trabajadores y trabajadoras. Si no ponemos el componente laboral a disposición de ellos para que crezcan, se capaciten y se reconozcan como trabajadores, nunca podrán ser parte del empleo formal”.

“Desde los movimientos populares y sociales estamos generando capacitaciones, hoy hay más de 70 trabajadores de la construcción, textiles y de alimentos que fomentan la creación de cooperativas. En algunos casos, hay compañeros que pasan a la formalidad, insertándose en el mercado laboral y dejan de ser beneficiarios del subsidio. Pretendemos que puedan salir del Potenciar Trabajo, es muy dañino que no puedan salir de ese círculo que no es virtuoso”, sentenció, en otro tramo de la nota radial.

Sobre el caso puntual de la ciudad, enfatizó: “En Bahía Blanca hay más de 30 barrios populares, la cultura del trabajo es nuestro objetivo. Hay posturas, matices y debate dentro de nuestro espacio interno. El plan Jefes y Jefas fue una solución en un momento catastrófico y un alivio para millones de argentinos. Los beneficiarios perciben el complemento salarial a través de una tarjeta bancaria, entrecruzando datos con Anses”.

Respecto del caso de Beatriz Ludovico (su colega del Movimiento Evita en Adolfo Alsina) que va a juicio por exigir retornos a beneficiarios, indicó: “Espero que la Justicia resuelva lo antes posible, yo hablo por mi persona. A veces caemos en la cuestión de centralizar y focalizar, pero la problemática de fondo es mucho más profunda, por qué existe el Potenciar Trabajo que es algo que plantea la compañera Cristina”.

“Los gobiernos se desentienden de políticas productivas, sin fortalecer las economías populares e impidiendo que un sector pueda desarrollarse. Se necesitan más controles para reinsertar a estas personas al mercado laboral formal. La canasta básica ronda entre los 80 y los 100 mil pesos, qué podemos pretender de una persona que va a un trabajo en blanco y no alcanza a cobrar la mitad de ese dinero. La política hace que las familias deban vivir de changas y tener un programa Potenciar Trabajo”, añadió.

Por último, Bahía recalcó que “hoy, el que recibe el plan tiene empleo de construcción y otros hacen acompañamiento en situaciones de violencia de género o de salud, algo que pudimos fomentar durante la pandemia. Nosotros remitimos toda la información al Ministerio para que los beneficiarios asuman la responsabilidad y no hagan las cosas mal, porque somos visibles y estamos dilapidando un recurso enorme”.

“El Estado nacional, a través del aporte de los ciudadanos, brinda esas herramientas y debemos ser responsables. Escuchamos comentarios por prejuicio, desconocimiento. Si una persona no cumple con la contraprestación, existe un método de sanción que implica que dejan de percibir el beneficio del programa. Hay un control de asistencia, a través de una planilla. Se le brinda una oportunidad a reivindicarse con un plazo, pero sabiendo que otros muestran compromiso, para evitar injusticias”, concluyó Bahía.

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